La fecha de la elección a gobernador en Córdoba del año próximo, es uno de los grandes interrogantes de los que se habla tanto en los despachos del oficialismo provincial como en los de la oposición. La reforma que se votó en la Unicameral hace 10 días modificó -en uno de sus últimos artículos- que no se fije el 1 de marzo del año electoral como plazo máximo para establecer la fecha en la que los cordobeses concurrirán a las urnas. Modificada la ley, que había sancionado Unión Por Córdoba años atrás, quedó habilitado el juego para que el gobernador Juan Schiaretti no tenga ese límite y confirme la fecha solo con 90 días de anticipación, sin tener como fecha límite el 1 de marzo.
De acuerdo con lo que pudo conocer PERFIL CORDOBA con fuentes del oficialismo provincial y también con distintos actores de Cambiemos, los cordobeses elegiremos gobernador entre abril y mayo del 2019. Pese a que algunos oficialistas insisten con junio, Schiaretti confía en adelantar ese plazo cumpliendo con el otro objetivo de su estrategia electoral: despegar lo máximo posible los comicios provinciales de los presidenciales de octubre, que tendrán con seguridad a Mauricio Macri en la búsqueda de su reelección.
El panorama quedará aún más claro después del Mundial de Rusia. Y en El Panal saben que dependen de la finalización de las obras para llegar con aire a las urnas. “El gobernador está sujeto al corte de cintas, que va a ser lo que finalmente determine cuándo se vota”, señaló una fuente del Centro Cívico cordobés.
Así, la cabeza del Ejecutivo cordobés está puesta hoy en todas las obras en marcha con fondos provinciales. Pero hay dos que, desde su anuncio, se convirtieron en los objetivos principales de la gestión schiarettista: el cierre del anillo de la Circunvalación y los gasoductos. Detrás de esta ingeniería, está la del armado político.
En los pasillos de la Unicameral, de diálogo fluido en las últimas semanas con motivo de las reformas, están los que creen que el escenario para la confirmación de la fecha de la elección podría ser la apertura de sesiones que en nuestra provincia se realiza el 1 de febrero. En ese caso, mayo entraría dentro del plazo para que los cordobeses elijan al próximo gobernador.
Dentro del partido las negociaciones por la fecha requieren, además, dos instancias. Una relacionada con el futuro político del exgobernador José Manuel de la Sota y sus intenciones de volver a competir en la carrera a Casa Rosada. Lejos hoy en las encuestas, el peronismo cordobés considera que la ambición de De la Sota no es motivo para acercar la fecha de los comicios provinciales con los nacionales. La otra parte de la estrategia recae en el rol de los intendentes y cuántos peronistas -por caso el villamariense Martín Gill y el sanfrancisqueño Ignacio García Aresca- están dispuestos a pegar la fecha de su disputa municipal con la elección a gobernador. Sucede que el PJ oficialista en Córdoba mide más en el Interior que en Capital, por lo que consideran vital sumar las campañas de los intendentes.
La carta de Mestre. El intendente capitalino Ramón Mestre estudia todo el escenario antes de mover una ficha que permita sospechar cuándo se votará el próximo titular del Palacio 6 de Julio. Hoy en el seno del mestrismo no sueltan prenda, y en el resto del radicalismo consideran que dependerá de la relación del intendente con Macri. En las últimas semanas hubo acercamientos entre funcionarios nacionales y municipales, pero nada de eso hizo cambiar lo que el líder nacional del PRO piensa del radical cordobés. Ni siquiera los mensajes que algunos integrantes de Cambiemos hicieron llegar al Jefe de Gabinete, Marcos Peña, acerca del escenario cordobés.
Sin embargo, algunos mestristas consideran que la relación con la Nación hoy no es clave para definir la fecha de la disputa municipal. Motivo por el cual, con el intendente lanzado como candidato a gobernador, cerca de Mestre piensan en pegar la elección con la Provincial.
Por el momento, sin bendición ni consenso que llegue desde Buenos Aires o se origine en Córdoba, algunos dirigentes de Cambiemos tomaron nota de las intenciones que tienen ciertos allegados al intendente de instalar el escenario de internas. Con poco aval desde Balcarce 50 para ese esquema, los rivales que Mestre tiene dentro de la coalición consideran que el intendente amagará como el año pasado, previo al anuncio de las listas para las Legislativas, pero también consideran que el contexto definirá todo. Es decir, encuestas, gestión y relación. Incluyen en este último ítem el vínculo que Macri quiera tener con el radicalismo.