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CóRDOBA
EL HUMOR AL PODER

Se presiente como ausente

1-11-2020-Logo Perfil
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El faltazo de Juan Schiaretti a la reunión de gobernadores peronistas que el miércoles pasado debatieron sobre la coparticipación en la Casa Rosada, era algo tan previsible como el argumento de la película “Granizo”. “Si Juan Manzur y Wado de Pedro tomaran asistencia en estas convocatorias, el Gringo ya hubiera quedado libre por faltas”, me comentó un albertista que extraña aquel lejano tiempo en que el mandatario cordobés se esforzaba por recorrer la “ancha avenida del medio”. Ahora su postura es clara: entre las provincias y el gobierno nacional elige el federalismo, y entre oficialismo y oposición elige lo segundo. Sólo le faltaría definir si apoya a Will Smith o a Chris Rock, para abandonar por completo su anterior postura conciliatoria.

Donde sí se hizo presente el viernes Schiaretti fue en la inauguración de una nueva planta de tratamiento de líquidos cloacales de Bajo Grande, ceremonia en la que hasta los perros que merodean por la zona llevaban barbijo, para prevenir contagios y de paso evitar los olores nauseabundos. Al hacer uso de la palabra durante la ceremonia, el gobernador reconoció que para finalizar la obra, la Nación colaboró con el desembolso económico prometido, aporte que según el gobernador no se estaría cumpliendo en el caso de la Autopista a San Francisco. Es decir: se interrumpió el tránsito fluido de aguas servidas hacia el este provincial, pero todavía no se puede garantizar el de los automóviles.

Desde la Casa Rosada, mientras tanto, se oyen rumores de preocupación por la necesidad de evitar otro tipo de fugas, sobre todo las que se están produciendo en la coalición gobernante, a la que las disputas y empellones entre dirigentes han transformado en el “Frente de Codos”. La sospecha de que la inflación de marzo podría rondar el 6% hizo que se agotara el stock de espátulas en algunas ferreterías, no tanto por una cuestión especulativa sino por la necesidad de muchos de “despegarse” de la gestión de Alberto Fernández. Hasta los mosquitos portadores  del dengue le temen a esta espiral inflacionaria que opaca los incipientes indicadores de una tenue reactivación.

Los movimientos sociales han profundizado sus medidas de protesta y los cortes en las calles, que ahora no sólo permanecen cerradas por bacheo, construcción de canteros centrales, poda o instalación de pitutos, sino que además son valladas por marchas y acampes, hasta convertir a la ciudad en un laberinto que hubiese fascinado a Jorge Luis Borges. Desarrolladores informáticos estarían trabajando en un videojuego que consistiría en entrar y salir del centro en auto durante las horas pico, sin chocar a otro vehículo ni putear a nadie, un apasionante desafío al que gamers de todo el mundo podrían plegarse online. Para hacer más adictivo el entretenimiento, habría niveles de dificultad que obligarían a que los jugadores también deban esquivar tractorazos del campo, despedidas de soltero, carrozas fúnebres y camiones recolectores de residuos.

La idea del gobierno de retrotraer los precios a valores anteriores habría motivado la incorporación de coches modelo DeLorean a la flota oficial, aunque recibió una rotunda desmentida la versión de que el Doc Emmet Brown iba a reemplazar a Roberto Feletti como secretario de Comercio Interior. También se habría estudiado la posibilidad de enviar a Marty McFly a 2023 para calcular mejor la inflación y no errarle tanto en el presupuesto. No prosperó en cambio la sugerencia de adelantar una hora los relojes para dar la impresión de que la cotización de los artículos se mantiene estable aunque más no sea por un rato.

En tanto la gestión gubernativa nacional se esfuerza por salir del agobio y ruega que Argentina gane el Mundial de Qatar para respirar un poco, en la principal fuerza opositora se producen ruidos intestinos como si el menú hubiese consistido en un locro recién sacado del freezer. En Córdoba, la sola insinuación de que Juan Schiaretti podría unirse a Juntos por el Cambio produjo cortocircuitos entre Laura Rodríguez Machado y Gustavo Santos, entre el PRO y la UCR, y entre Luis Juez y Orlando Arduh. “Vamos a tener que instalar una llave térmica, para que no salten las conexiones de la alianza”, me dijo un electricista radical, mientras de paso repartía estampitas con la foto de Marcelo Cossar reunido junto a Aurelio García Elorrio.

(*) Sommelier de la política