La Bolsa de Cereales de Córdoba, en junio realizó una nueva estimación de la proyección de siembra de trigo en la provincia. La misma indica que se sembrarán unas 824.900 hectáreas con el cereal y sería la menor superficie en los últimos 10 años, desde la campaña 2013/14, donde fueron sembradas 802 mil.
Se confirma que los productores sembraron un 20% menos. Pese a los malos indicadores, el peor año de superficie sembrada, según los registros históricos de la Bolsa de Cereales fue la 2009/10 con una merma del 34% (336.000 hectáreas), seguida por la campaña 2013/14 la merma fue del 21%.
Qué motivó a no sembrar trigo
Los motivos influyentes en la toma de decisión de la siembra fueron variados, aunque se encuentran relacionados. De acuerdo con colaboradores del D.I.A, el principal factor fue la humedad inicial del perfil ya que el trigo, al ser un cultivo de invierno, es dependiente de esta variable para su desarrollo. En segundo lugar, se ubicó el pronóstico climático. Si bien las lluvias fueron menores a lo normal en el último trimestre, motivo por el cual muchos productores decidieron no sembrar, otros sembraron con algo de humedad en el perfil con las precipitaciones ocurridas en mayo, esperando que la situación se revierta en la primavera de cara al fenómeno El Niño.
El tercer motivo de decisión fue el precio del trigo y la rentabilidad esperada del cultivo. Al salir de una campaña estival complicada hay mayores necesidades financieras, por lo que se decidió sembrar el cereal de invierno para disponer de capital a corto plazo con la cosecha del trigo.
Otros motivos que tuvieron peso en la definición de siembra 2023/24 fueron la rotación de cultivos, el manejo tecnológico y la incertidumbre por intervenciones políticas.
Maniceros, otro duro año
En Córdoba sólo falta cosechar el 5 % de la superficie para terminar con la trilla de maní. La labor presenta adelantos en el mes de junio comparada con otros años.
El rendimiento promedio estimado en caja limpio y seco se encontraría 10 quintales por debajo al logrado en la campaña anterior, un 42 % inferior a la campaña pasada y 47 % inferior al volumen promedio producido en los últimos 2 años.