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BALANCE EDITORIAL

Seis sellos locales editaron 174 novedades en el 2019

Un recorrido por Alción, Babel, Caballo Negro, Comunicarte, Eduvim y El Emporio refleja una merma en sus ediciones. Sin embargo, pese a la baja que se registró en las ventas hay optimismo en el sector.

Balance editorial
TITULOS. Un centenar de novedades fueron editadas este año entre seis de los más de 50 sellos locales. | Cedoc Perfil

El último informe de la Cámara Argentina del Libro (CAL) arrojó un dato alarmante: la producción de libros en Argentina cayó un 45% respecto al año 2016 y la tirada promedio de lanzamientos pasó de 2.700 ejemplares a 1.700 en el mismo periodo (con tiradas de apenas 1.000 ejemplares por edición).

Esta caída es el reflejo de lo que viene sucediendo en las ventas, que evidencian bajas de hasta el 20%. En Córdoba, la situación del sector editorial también muestra menos ventas y menos ejemplares editados, pero los sellos locales destacan la capacidad de inventiva del sector.

Ediciones locales. En el caso de Babel, en 2019 editó más de 20 títulos, en su gran mayoría de autores y autoras cordobeses. “Es un muy buen número en el contexto negativo que vivió la economía este año, especialmente el ámbito de los libros. Destacamos en narrativa ‘Cachetazos’, de Roberto Videla y ‘Ruidos en el techo’, de Carlos Lista, por sus distintos registros y estilos, porque la diversidad es uno de los objetivos de la editorial”, detalla Ramiro Iraola.
Babel edita también ‘Palabras de poeta’, que este año continuó con su edición y logró poner en la calle los números 7 y 8 de la revista.

La editorial Comunicarte publicó 14 títulos nuevos y varias reimpresiones. Entre las novedades destacan ‘Soy niña’ (de Liliana Moyano, ilustrado por Leo Arias), ‘La hora del General y otras miniaturas’ (María Teresa Andruetto, ilustrado por Claudia Legnazzi) y ‘Cicatrices’ (David Voloj, ilustrado por Daniel Campos).

Enfocados en narrativa -cuentos y relatos breves ilustrados para niños y temáticas que rondan la inclusión, el lenguaje, la identidad y el bullying- y ensayos, este año debutaron con Conectados, una serie de libros de enseñanza de la lengua y la literatura para el aula de la escuela secundaria, que hace hincapié en la relación de los contenidos áulicos con las nuevas tecnologías. “A pesar de la crisis editorial también lanzamos dos nuevas colecciones: Colección Leyendas y la Colección Idas y vueltas”, cuenta Karina Fraccarolli.

Alción, por su parte, editó 65 títulos entre los que destacan la obra poética del poeta chileno Raúl Zurita, coeditado con la Universidad de Poitiers (Francia). “También publicamos la novela de Virginia Woolf, ‘Orlando’, versión de Paula Duarte, el libro de poemas del poeta francés René Char: ‘Vivir límite inmenso’ y ‘Poesía contemporánea de la India’ (Antología) con traducción, prólogo y notas de Bernardo Massoia”, dice Juan Maldonado

Poetas de Córdoba como Susana Cabuchi, Alejandro Willington y Bernardo Massoia son parte de la oferta de esta editorial que ha publicado novelas y cuentos de autores.

Dedicada a la poesía, el cuento y la novela, Caballo Negro lanzó seis libros, entre los que cuentan ‘Pescar por fin tu corazón inquieto’, ‘La poesía completa’ de Emma Barradéguy, ‘¿Qué hacer?’, de Nikolai Chernishevsky y ‘Vivir en la foto de otro’, de Marcelo Casarin. “En relación a las ventas nos fue como todo el mundo pero logramos sostenernos”, señala Alejo Carbonell

En El Emporio Ediciones, por su parte, se editaron 37 novedades sin contar las reimpresiones de los libros más pedidos y a principios de 2020 saldrán seis novedades. 

Con un catálogo sumamente amplio que abarca novelas, ensayos, autoayuda, poesía, cuentos y literatura infanto juvenil, El Emporio cuenta con autores cordobeses en su mayoría pero también con autores de otras provincias y hasta de Barcelona e Israel. “Nos caracterizamos por apoyar la producción que nace en esta provincia para darla a conocer al país entero y al mundo”, explica Tamara Sternberg.

Por último, Eduvim cierra un año que no desentona con la crisis del sector, aunque señalan que no fue tan grave como imaginaban. “La caída en unidades por título es una constante y la crisis en el sector es muy profunda. Además, muchas librerías cerraron y las que no, tienen problemas de pago”, dispara Carlos Gazzera

La editorial universitaria -que editó 32 novedades- mejoró su performance este año gracias a la aparición de las obras completas de José Hernández, en siete tomos de tapa dura; un producto especial que no se lanzó a librerías sino a bibliotecas y coleccionistas y que se verá en los escaparates a partir de años próximos, de a dos tomos por año.

Con un catálogo en el que el 60% de ejemplares responde a los géneros de no ficción y libros ilustrados o infantiles, este año exportaron mucho menos en comparación al año anterior por la crisis en la región (Perú, Ecuador, Chile y Bolivia) donde el sello exporta regularmente. Sin embargo, crecieron en el mercado europeo, norteamericano y canadiense.

Optimismo e inventiva para enfrentar la crisis

Ramiro Iraola (Babel Editorial): “Creo que se escribe y se edita ‘a pesar de’ y eso mantiene viva la llama. Siendo conscientes que hay necesidades urgentes que atender, es hora que el Estado, en esta nueva etapa, tanto a nivel municipal, provincial y nacional, aporte o mejore instrumentos para fomentar la lectura y ayudar a los libros en su camino hacia los lectores”.

Karina Fraccarolli (Editorial Comunicarte): “Ha sido un año difícil para la edición en Argentina. Una reducción del 40% en títulos y ejemplares, según los índices que manejan las cámaras que nuclean a los editores del país. No obstante, las pequeñas editoriales resistimos tal vez gracias a que nos sostenemos con equipos pequeños y la flexibilidad de la que podemos gozar a la hora de adaptarnos a los cambios. El problema es que se resiente la diversidad de autores. En nuestro caso hemos elegido continuar con un catálogo que guarda calidad de contenido y que suma nuevos autores a los ya consagrados”.

Juan Maldonado (Alción Editora): “El comentario general para evaluar la actividad es positivo, en nuestro caso, porque funciona el trabajo acumulado de años, aunque no debe tomarse más que como expresión de lo individual. En lo colectivo -y también a nivel mundo- la actividad ha tenido un fuerte resentimiento: desde 2014 a 2019 la producción mundial de libros cayó 43%. En Argentina los datos también han sido negativos. Alción llegó a publicar hasta 100 títulos en un año, es decir, un promedio de dos libros semanales. Para destacar son las nuevas modalidades que se generan desde los intereses donde se cobija, a mi modo de ver, la mejor expresión de la literatura: las pequeñas y medianas empresas editoriales, que logran poner en movimiento para el conjunto del país una serie de títulos que no serían posibles de ser considerados sin esa valiosa presencia.”.

Carlos Gazzera (Eduvim): “Las ventas en general cayeron notablemente en el segundo semestre. Hemos cerrado con un 35% de unidades menos vendidas en todo el año, lo que responde a la reducción de novedades publicadas: en 2015 publicamos 48 novedades y este año cerramos con 32; con muchas menos reimpresiones. Pese a esto, estamos muy orgullosos de nuestra venta de e-commerce, el único indicador positivo: Eduvim vendió un 60% más de ejemplares por venta directa que el año pasado. Y un 110% en relación al 2017”.

Tamara Sternberg (El Emporio Ediciones): “Ha sido un año difícil desde lo económico, pero de todas formas seguimos trabajando con la misma impronta profesional sin bajar la calidad estética y de contenido de nuestras ediciones. El mercado editorial en Córdoba no está aislado de la situación económica del país y ha habido una merma importante en la producción editorial en la provincia. Estoy convencida de que con la creación del Instituto Nacional del Libro tendremos gran ayuda para autores y editores. Después de tanto años esperamos que en 2020 la ley se haga efectiva”.