En 2019, Ulises Sánchez debutó en la Primera de Belgrano en un partido ante Alvarado, en el Gigante de Alberdi. Cuando habla de
ese momento se emociona. Se puede apreciar en las inflexiones de su voz, en cómo se acomoda para que no sea evidente esa sensación: “La verdad fue hermoso. Mi familia me acompañó. Unos días antes de la convocatoria, de saber que iba a ir al banco de suplentes, habían internado a mi abuela Midia, tenía cáncer y estaba grave. Me tocó jugar ese partido, debutar, salí de la cancha y me di un abrazo con mi viejo, a quien se le caían las lágrimas, no volví a repetir esa emoción increíble. Y hace poco mi abuela se me fue...” Y el futbolista interrumpe la narración. Son unos segundos de silencio.
Tantas emociones, imágenes y recuerdos hay detrás del relato del oriundo de Río Segundo porque pasó mucha agua bajo el puente para que hoy sea un jugador consolidado y respetado en el equipo que conduce Guillermo Farré.
Se fue de su pueblo a los 13 para sumarse a las inferiores de Colón de Santa Fe. Le costó el desarraigo, extrañó mucho a su familia y al año se volvió. Rápidamente se sumó a las formativas ‘piratas’, en las que hizo todo el proceso: “Llegué a Belgrano en Octava de AFA, creo que fue en el 2012. Antes había jugado un año en Colón y previo a eso en Brinkmann, en Centro Social, cuando era chico. En Belgrano, los primeros años viajaba todos los días, a veces me llevaba mi vieja o mi hermana o algún compañero. Los padres de Colazo, que también es de Río Segundo, o los de Tomasetti, que es de Oncativo. Después ya me iba en colectivo. Tenía una hora hasta la Terminal de Córdoba. Después 40 minutos en otro colectivo hasta la YPF y de ahí a hacer dedo para que algún compañero
me lleve hasta el predio”.
—Mirando hacia ese pasado, ¿le das más valor a este presente?
—Sin duda, ahora se ve la recompensa. En ese momento era un sueño vivir lo que vivo ahora, lo veía lejos. Por eso digo que siento que estoy viviendo un sueño. Porque te podés sacrificar, hacer todos esos viajes y a lo mejor no te toca llegar a Primera. Ahora veo esa recompensa. Es obvio que todo lo hacía por gusto, por amor, pero era difícil. Fueron muy importantes mi papá Huber, mi mamá Laura, mi hermana Romina, es fundamental la familia para la vida del deportista. Fueron pilares que me aconsejaron, porque a veces quería tirar todo y ellos fueron el soporte. Sin ellos no hubiese llegado.
Esfuérzate y sé valiente. Sánchez en su cuenta de Instagram, además de decir que es futbolista de Belgrano, tiene escrita en su biografía la frase bíblica “Esfuérzate y sé valiente”. Tras repasar su recorrido hasta este momento de su carrera, explica: “Es una frase que me marcó mucho. En mi casa sí son creyentes, van a la iglesia, yo de chico iba, pero después dejé, por una decisión personal. Sin embargo, con la frase me siento identificado, tanto para la vida como para el deporte, porque es fundamental esforzarse para alcanzar las metas y si no sos valiente, no tenés coraje, te terminás estancando”.
SU ROL DE LATERAL
"Estamos muy tranqui los, sabemos que estamos para dar pelea en el campeonato y que depende de nosotros. Tenemos que seguir haciendo buenos entrenamientos para llegar de la mejor manera a los partidos”, expresa el polifuncional futbolista de Belgrano. Es que siempre Ulises Sánchez fue reconocido como un mediocampista ofensivo, desequilibrante y con llegada al arco rival. Sin embargo,
debido a la lesión del ‘Colo’ Barinaga fue el encargado de jugar de lateral derecho.
—¿Habías jugado antes en esa posición?
—Ahora me toca, pero toda mi vida jugué de volante. Cuando estuvo Caruso en los entrenamientos me puso de ‘4’. Ahí le fui agarrando la mano a la posición. Con Guille (Farré) jugué amistosos como lateral derecho. Me habló, me dijo que podía ser una variante, que le gustaba lo que hacía y que si estaba convencido podía. Guille es consciente que no soy lateral, soy volante; pero en situaciones como esta, estoy para ayudar.
—¿Te habló el ‘Colo’, te dio algún consejo?
—Sí, hablé mucho con él y con González, me aconsejaron, me tiraron tips. También Willy (Olivera) y Diego (Novaretti), que son jugadores experimentados, me gritan en cada jugada, me guían. Estoy muy agradecido a ellos.