He sido un lector voraz por más de 5 décadas. Hace ya tiempo que frente a la tendencia decadente de nuestra economía, busco afanosamente economistas argentinos de fuste con ingeniosas ideas que puedan contribuir, al menos, a detener la caída.
“Commodity Booms and Busts in Emerging Markets” es un paper publicado en 2018 en el Journal of International Economics, por la economista argentina Silvana Tenreyro. El currículum de la tucumana impresiona. Esta mujer de 47 años es miembro externo del Bank of England's Monetary Policy Committee desde julio de 2017 y profesora del prestigioso London School of Economics.
Lo que alimenta mi optimismo es que Tenreyro sigue pensando en los problemas argentinos.
Extracto del paper
Las economías emergentes, en particular las que dependen de las exportaciones de productos básicos, son propensas a ciclos económicos perturbadores. Los desencadenantes de estos ciclos son exógenos.
Las fluctuaciones afectan tanto la competitividad de la economía como sus condiciones de endeudamiento: los precios más altos de las materias primas se asocian con menores diferenciales entre la tasa de endeudamiento del país y las tasas de interés mundiales. En conmunto, ambos efectos dan como resultado efectos fuertemente positivos con aumentos del consumo y la inversión y un efecto negativo sobre la balanza comercial, debido al revalúo de la moneda doméstica. De ese modo, se genera un exceso de volatilidad del consumo, producción e inversión.
Al estimar el modelo con datos argentinos, Tenreyro encuentra que la contribución de los shocks de precios de las materias primas a las fluctuaciones en el crecimiento de la producción es del orden del 38%. Además, los precios de las materias primas representan alrededor del 42% y el 61% de la variación en el crecimiento del consumo y la inversión, respectivamente. Advierte que los shocks transitorios de productividad son un importante impulsor de las fluctuaciones del producto, superando la contribución de la tendencia, que es menor, aunque no despreciable.
Breve y osado intervalo
El trabajo es un minucioso cálculo de los efectos en la suba de las comodities, de los tipos de cambio, tasas de interés, consumo e inversión. En las caídas, las dinámicas son siempre diferentes: por ejemplo, en el caso de Chile y Perú, la caída del petróleo atenúa la caída de los metales que exportan; en México, las pérdidas en las exportaciones de petróleo crudo se ven compensadas por la caída en los combustibles refinados que importa. El deterioro fiscal puede ser sustancial y duradero. El efecto sobre los ingresos fiscales depende no solo del tamaño del sector de las materias primas, sino también de otros factores difíciles de cuantificar (como el grado de flexibilidad cambiaria, la estructura propietaria del sector y el régimen impositivo específico utilizado para gravar las rentas de los recursos naturales).
Los datos “medidos” por Silvana son imprescindibles para actuar en la baja: saber cómo se comportan el consumo, la inversión, los tipos de cambio y las tasas de interés en la suba, infieren su variación en la caída, para aplacar los efectos adversos.
Tenreyro dixit
- “Lo lógico sería que en un período con alto crecimiento de precios de productos primarios (como sucedió durante el commodity boom, entre 2001 y 2014), el gobierno ahorre para enfrentar períodos de recesiones. La idea es que el gasto público se use de manera anticíclica para suavizar los ciclos” (La Nación 29/09/2019)
- “Como se sabe, los votantes no son buenos para desenredar la parte del ciclo que se debe a factores externos. Esta incapacidad para filtrar los choques externos fue la razón por la que De La Rúa colapsó y la misma por la que los Kirchner lograron orquestar la colosal destrucción institucional del país” (29/07/2012).
- “Lamentablemente, los economistas, los mercados y las organizaciones internacionales no son mejores que el público para transitar el ciclo, y menos para predecir los precios futuros de las materias primas”.
Conclusión: La austeridad y el estudio en la etapa alcista, es la virtud necesaria para aliviar la penuria en la bajista.