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TEATRO DEL LIBERTADOR

Susana Jancovich: "La cúpula no se va a caer"

La arquitecta está al frente de las refacciones del coliseo mayor de la ciudad. Sin fecha aún de reapertura, analizan soluciones definitivas.

Cupula Teatro Libertador San Martin
LA CÚPULA. Técnicos trabajan en el desplazamiento en una de las abrazaderas ubicadas sobre el techo. | Cedoc Perfil

Cuando se trabajaba en la refacción del Teatro del Libertador San Martín, de cara a la realización del Congreso Internacional de la Lengua Española (Cile), una de las premisas que se manejaba era la de dotar de iluminación el sector de la cúpula del coliseo.

Una vez hechos los cálculos correspondientes, y colocada la iluminación, los arquitectos se encontraron con un desplazamiento de entre cinco y siete centímetros en una de las abrazaderas de hierro que corresponden a una de las vigas, en el tambor de la cúpula.
“A esto recién pudimos verlo cuando le pusimos la luz, que antes no tenía. Entonces, implementamos un sistema para poder devolverle un equilibrio a la estructura. Los calculistas hablan de poner el sistema en equilibrio, en referencia a que cuando se desplaza algo y se deforma, no se puede volver al régimen anterior porque eso implicaría tensionar todos los elementos que componen el techo, como el cielorraso, por ejemplo”, detalla la arquitecta Susana Jancovich.

Pero debido a los dos fuertes temblores ocurridos en enero, aquella reparación volvió a fisurarse, hecho que fue descubierto desde la Secretaría de Arquitectura de la Provincia luego de una inspección que realizaron de la mano de especialistas en ingeniería. “A partir de los estudios que hicimos, se concluyó que la fisura original habría sido producto del sismo de Caucete (San Juan, 1977) y estos dos sismos del mes pasado la desplegaron nuevamente. Ahora estamos estudiando una solución definitiva para poder volver a unir el sistema y que siga trabajando en equilibrio”, detalló la profesional.

El trabajo, que está siendo supervisado por la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, ha encontrado un inconveniente vinculado al espacio que hay para que los técnicos trabajen. “Si el problema estuviera en otro lado se lo podría tratar de otra manera, pero el espacio para trabajar es realmente muy incómodo”, señala la arquitecta. En efecto, lo más dificultoso es la complejidad del lugar para realizar reparaciones sin romper las otras partes del edificio, inaugurado en 1891 y diseñado por el arquitecto italiano Francesco Tamburini.

Situación actual. El teatro se encuentra cerrado y sin fecha cierta de apertura. “No quisiera decir una fecha para no aventurar algo de lo cual no tengo certeza. Todo va a depender de la solución que los técnicos especialistas dictaminen que es la mejor. Ellos están estudiando las posibilidades y hasta ahora tengo tres propuestas distintas”, explica.

Así, entre el viernes pasado y mañana lunes se están realizando reuniones para definir con cuál de las alternativas les conviene avanzar. Incluso la Comisión Nacional de Monumentos está involucrada en el tema. “No podemos hacer nada sin autorización de ellos. No va a ser un año, pero tampoco podremos abrir dentro de un mes”.
—¿Hay algún riesgo edilicio?
—En absoluto. La cúpula no se va a caer. No se ha caído en 130 años, ni con el terremoto de Caucete, no se va a caer ahora.