Al mismo tiempo que las autoridades de la Bolsa de Comercio de Córdoba mantenían un encuentro con miembros de la prensa se conocía la noticia de que el Gobierno nacional daba marcha atrás con el intento de cobrar una cuota extra y retroactiva por la tarifa de gas. Pese a la decisión, para las autoridades de la entidad se trataba de otra medida dura y difícil de digerir, pero necesaria. “El problema es que la oposición sale a decir que el pago del gas es ilegal o que lo asuma el Estado, pero no dicen de dónde sale la plata. No hay propuestas mejores”, plantean. Para asuntos como el affaire del gas o el rumbo del programa económico en general la lectura que se traslada desde la Bolsa es que son pasos crudos, pero inevitables, en el marco de un proyecto macro que ven bien orientado en su objetivo de largo plazo de darle sustentabilidad económica e institucional al país.
Manuel Tagle, el presidente de la Bolsa lo plantea sin ambigüedades: “Nos gustaría decir que hay otro camino si lo viéramos, pero no lo vemos. Lo que está pasando debe pasar. Y en este contexto lo que hay que hacer es sostener a los sectores más golpeados. Tenemos que apoyar, es parte de la responsabilidad que tenemos como empresarios”.
Tiempo y déficit. Para Raúl Hermida, miembro del consejo asesor del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Bolsa, la variable que definirá el tenor de la crisis es el tiempo. En tanto, el éxito o no del programa económico dependerá de que el Gobierno no se aleje de la meta de reducción de déficit fiscal. Según él, si la crisis se prolonga más allá del primer semestre de 2019, estaremos ante una situación muy grave. Y considera que el programa del Gobierno tiene chances de ser defendido: “Necesitamos que se cumpla la meta de déficit fiscal porque si no se amenaza todo el financiamiento”, planteó. También remarcó que la Nación no puede dejar que el tipo de cambio se atrase porque seguimos teniendo un problema de escasez de divisas. El diagnóstico fue completado por Lucas Navarro, economista al frente del IIE, para quien la economía ya está sintiendo los efectos de la recesión, con lo cual podríamos estar llegando al piso del nivel de actividad.
Sin miedo a Leliq. Al fantasma que despierta desactivar “la bomba” de las Lebacs en las últimas semanas se les sumó las Leliq, primas hermanas de las primeras según Melconian. Con todo, desde el IIE creen que estas nuevas letras están lejos de representar una amenaza de escala similar. En un reciente trabajo la entidad señala que en estas semanas el programa económico parece haber recuperado la estabilidad cambiaria, aunque le queda como deuda la disminución de las tasas de interés. En relación a las Leliq, desde el IIE creen que no afectarían la consistencia del plan económico. Para respaldar esa teoría afirman que a octubre de este año la deuda en pasivos remunerados del Central equivale a 6,3% del PIB. Y en el caso de que todas las Lebac que quedan por rescatar se conviertan en Leliq, en un contexto de dólar moviéndose entre las bandas fijadas por Sandleris y de actividad aún sin responder, la deuda en pesos llegaría a junio de 2019 a ser el 6,5% del PIB. “Las Leliq se usan para regular la cantidad de dinero y mantenerlo constante. Sirven en el marco de un plan de reducción del déficit como válvulas de escape”, apuntó Navarro.