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PARA EVITAR DELITO

Tecnología y capacitación para frenar el ingreso de drogas y teléfonos a las cárceles

La secretaria de Gestión Penitenciaria, Cecilia Lanzarotti, aseguró que tienen individualizados a los internos “de perfil alto”. Una de las principales herramientas para evitar la entrada de elementos prohibidos es el body scanner. Dos fuerzas especiales, de las cuales una es de elite, realizan controles sorpresivos. Cuando se detectan estupefacientes, actúa la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA).

Imagen scanner
BODY SCANNER. El dispositivo reemplazó la requisa física, altamente invasiva. Muestra una imagen similar a la de una radiografía. | Fino Pizarro

Las bandas organizadas para cometer delitos cuyos líderes las dirigen desde las cárceles constituyen un fenómeno creciente y preocupante. Uno de los elementos imprescindibles para operar desde el encierro, son los teléfonos celulares. Con un aparato, un interno puede liderar una banda de narcotráfico o armar una organización para cometer estafas telefónicas en todo el país.

Cecilia Lanzarotti, secretaria de Gestión Penitenciaria de la Provincia, reseñó dos herramientas principales para combatir o menguar el fenómeno: tecnología y mayor capacitación al personal con formación en el tema. 

Cecilia Lanzarotti
CECILIA LANZAROTTI. La secretaria de Gestión Penitenciaria enumeró los refuerzos tecnológicos adoptados para neutralizar el ingreso de teléfonos y droga (cocaína y marihuana) a las unidades carcelarias. Reconoció que, a pesar del enorme esfuerzo, el fenómeno no desaparece.

En la provincia, los establecimientos tienen dos tipos de scanner, uno para registrar bolsos y otro para detectar si las personas que ingresan llevan bajo la ropa o en el cuerpo objetos prohibidos, teléfonos, chips, drogas, etc.

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El body scanner es similar al usado en los aeropuertos. Es un método de detección no invasivo y contundente pero presenta una dificultad: al disparar rayos X no pueden exponerse mujeres embarazadas o personas con marcapasos u otros dispositivos. Por eso se gestionó a través del Registro de Unidades de Gestión de Prestaciones de Salud (Rugepresa) un protocolo y autorización para su uso.

Las cárceles de Bouwer, Cruz del Eje, Río Cuarto y Villa María cuentan con body scanner. Próximamente se adquirirá uno para San Francisco y un segundo aparato para Bouwer. Además hay registros aleatorios y sorpresivos en las gavetas del personal. Y se usa la paleta para detectar metales.

Body scanner
BODY SCANNER. Próximamente se sumará el segundo a Bouwer y se entregará otro a la cárcel de San Francisco.

Lanzarotti señaló que hay un monitoreo permanente, atento a las innovaciones en la modalidad para ingresar elementos prohibidos. En dos oportunidades, se debieron bajar drones con los que se intentaba arrojar droga y teléfonos desde el exterior. Ocurrió en Bouwer y en la cárcel de Cruz del Eje.

Hay dos grupos de elite: el Grupo Operativo Táctico Penitenciario (GOTP), con perfil antimotín, y el Grupo Especial Antinarcóticos y Requisas (Gear), integrado mayoritariamente por mujeres. En caso de detectarse drogas en un bolso, bajo la ropa o en algún espacio interno de la cárcel, es convocada la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA).

La titular de Gestión Penitenciaria aseguró que tienen bien identificados a los “internos de alto perfil”. Así les llaman a los más problemáticos, que aún en el encierro continúan perpetrando delitos, al cual pueden arrastrar –a través de pagos o amenazas– al personal que los custodia.

No quiso dar detalles de cómo están distribuidos, porque es información sensible.

Para disminuir la capacidad de cooptación de los guardiacárceles, se decidió reforzar la formación. Se implementó un año más en la formación de los oficiales. Y se estableció una serie de materias que son obligatorias para promocionar ascensos.

Entre las capacitaciones específicas, hay una diplomatura en Gestión Penitenciaria en la que se enseñan temas relacionados con la seguridad, que permite –por ejemplo– interpretar las señas particulares que presentan los detenidos de alto perfil, como tipos de tatuaje, tipo de actividades que priorizan, las visitas que reciben. La capacitación también abarca manejo de tecnología, narcotráfico, género y derechos humanos.

Consumo de drogas. Un aspecto a contemplar es la situación sanitaria de los internos. Lanzarotti relativizó el dato de que hay un alto índice de internos con consumos problemáticos y aseguró que quienes presentan cuadros graves tienen atención en el Centro de Adicciones. Además, se abrirá uno para el establecimiento penitenciario de mujeres en Bouwer.

La funcionaria subrayó que el abordaje es integral e incluye el trabajo en la cárcel en talleres de diferentes disciplinas. Mencionó, entre otras cosas, que en la actualidad hay incluso cocina para celíacos.

NUMEROS

11.400 Población carcelaria en la provincia.

4.900 Personal del Servicio Penitenciario.

500  Agentes en formación para Oficiales y Suboficiales.

600  Egresados de la Diplomatura en Gestión Penitenciaria.