Mientras sigue latente la onda expansiva de la cumbre protagonizada por Mauricio Macri y Martín Llaryora, con el visto bueno del gobernador Juan Schiaretti, en la tropa cambiemita cordobesa acomodan el cuerpo y buscan destrabar la tensión con el acuerdo logrado este sábado de avanzar con la alianza electoral de Juntos por el Cambio Córdoba.
Ante la demanda del radicalismo-deloredista, no tanto del PRO que quedó entrampado en su propia interna MM vs. HRL, de ponerle el gancho en los próximos días a la alianza y al reglamento interno, el juecismo impuso en el acuerdo con sus socios una jugada en dos tiempos: primero, la alianza. Y luego, sin apuro, se discutirá el reglamento de la interna.
La cúpula dirigencial del frente opositor acordó ayer dar el gran paso de sellar la unidad con la rúbrica de la constitución de la alianza electoral de cara al escenario 2023. Emisarios de los referentes políticos del espacio confirmaron lo pactado en la mesa chica. Se dijo, además, que la firma se producirá no más allá de dos semanas: “Entre el 15 y el 20 de diciembre”, se indicó.
En medio de la fricción interna propia de la puja por las candidaturas, sumado al impacto de la bomba Macri-Llaryora, la decisión adoptada por los socios opositores locales implica una señal muy fuerte para propios y extraños de que la unidad no es negociable ante el fogoneo divisionista del peronismo.
En este contexto y de cara al escenario electoral que promete acelerarse con el correr de los días, la “unidad institucionalizada” implica un “gran paso” en Juntos. Así lo advirtieron los principales referentes de las distintas fuerzas políticas tras lo acordado este sábado.
¿Reglamento en stand by? Ahora bien, lo cierto es que el reglamento de la interna está prácticamente listo. Entre los apoderados que trabajan en su confección sostienen que “solo faltan detalles jurídicos menores”.
Se iban a reunir bien entrada la semana pasada “para avanzar en los dos puntos menores que faltaban”, pero el encuentro debió suspenderse por viajes de algunos de sus miembros, confió un participante de esa comisión de juristas.
Para esta semana se espera concluir el proceso que demandó nada más ni nada menos que una alineación de los planetas para ser gráficos en la descripción del nivel de acuerdo arribado en la puja De Loredo - Juez por tener “reglas claras” para la interna. El evolucionista aceptó el planteo de que el que pierde acompaña como segundo en la fórmula para la gobernación.
Entonces, ¿qué pasó? El expresidente Macri le dio un argumento válido a Juez en su rechazo a la interna abierta. La reunión del líder del PRO con el “enemigo”, por Llaryora, el candidato del peronismo bendecido por Schiaretti, fogoneó los “fantasmas” que advierte el juecismo en una compulsa interna abierta, con el diablo (el peronismo) metiendo la cola.
Se logró el consenso en avanzar con la alianza, lo que proyecta un recorrido juntos en la próxima parada electoral: la gobernación como objetivo central a conquistar, pero el reglamento de la interna volvió a quedar en stand by.
Pura política. La discusión sigue siendo política. En este marco, Juez -sin romper- le demanda a Macri garantías de “jugar a ganar” en Córdoba. En el círculo íntimo del senador defienden la jugada en dos tiempos y detienen la prisa. “¿Cuál es el apuro? ¿Por qué mostrar las cartas antes de tiempo?”, expresan ante sus socios y enfocan su crítica en Schiaretti, el dueño de la lapicera, que no da a conocer la fecha de convocatoria a elecciones.
Los tiempos en la definición del reglamento de la interna opositora solo se acelerarán en el caso que el gobernador adelante los comicios provinciales, lo cual es casi un hecho, según algunas voces oficialistas.
De todos modos, el juecismo quiere la fecha oficializada. De ahí correrán los tiempos para los siguientes movimientos. En el deloredismo no se apartan de su postura de tener “reglas claras cuanto antes”. Ese marco legal no solamente implica ordenar el proceso para la formula a la gobernación. En las bases territoriales del radicalismo hay mucha ansiedad por definir los criterios ordenadores para saber cómo se jugará en las internas locales para definir las candidaturas en los cientos de municipios y comunas del amplio mapa cordobés.
“Si no prospera el reglamento la tensión irá en aumento porque todos los actores de la coalición tienen expectativas y el derecho de querer ser protagonistas en el próximo turno electoral”, argumentó un dirigente deloredista del interior provincial, quien focalizó su mirada en el escenario de indefinición hasta el momento para los departamentos y circuitos de la estructura del centenario partido.
