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IMPACTO EN PRECIOS

Tras la devaluación, la carne tiene su mayor aumento en 18 años

Lo plantea un informe del Ieral que analiza el impacto en los precios de la carne que implicó la suba del tipo de cambio. Cuánto de la suba de la carne se trasladará a la inflación de agosto.

27-08-23CARNE
SALTO HISTORICO. En agosto puede llegarse a las dos cifras de inflación, en parte movilizada por la fuerte suba en el precio de la carne. | Cedoc

El “pass through” o pase a precios tras la devaluación del tipo de cambio oficial que se definió el lunes 14 tras las primarias fue inédito. A las pocas horas de concretarse el salto en la cotización del dólar oficial las empresas y comercios bajaron línea para una remarcación masiva que se come otra parte de los salarios de trabajadores formales e informales.

El gobierno salió a activar un nuevo acuerdo de precios y prometió mantener estabilizado el tipo de cambio hasta fines de octubre, pero el impacto de la devaluación ya lastimó el poder adquisitivo de los argentinos. Ahora, se espera que se refleje en la inflación de agosto y que podría ser la más alta del año. No solo eso, hay muchas chances de que muestre un nuevo rostro: con dos dígitos.

En ese contexto es que los economistas Juan Manuel Garzón y Franco Artusso analizaron la suba que experimentó el precio de la carne y también desplegaron el escenario de posible impacto sobre el IPC de agosto.

En un reciente paper remarcan que el fuerte aumento en el precio de la carne vacuna se habría iniciado durante la última semana de julio y la primera de agosto y se profundó luego de elecciones Paso. Y remarcan que aunque no se cuenta todavía con estadísticas oficiales respecto de hasta donde han llegado los precios, se estima que el precio podría haber llegado a $3.100 por kilo promedio hacia fines de la tercera semana de agosto, tomando como referencia los 18 cortes que monitorea el IPCVA.

Así, señalan que de mantenerse estables los precios durante la última semana del mes, el precio al consumidor promediaría aproximadamente $2.700 el kilo en agosto, registrando un aumento del 40% nominal y 25% real respecto al promedio del mes de julio. Si se toma la variación de precios punta a punta del mes de agosto, el aumento sería mayor, más cercano al 55%-60%.

Y detallan que respecto a su impacto en el IPC, la carne vacuna aparece con una participación de entre 5% y 6% en las canastas de consumo que habitualmente monitorean los organismos estadísticos cuando elaboran los índices de precios.

“Se trata de una referencia que simplifica una realidad heterogénea, la participación de la carne bovina en los gastos familiares del mes puede ser mayor o menor, dependiendo de su composición, de las preferencias de sus integrantes, del nivel de ingresos y de los precios relativos que se enfrentan. También se trata de una referencia que ha quedado algo desactualizada, dado el gran avance mostrado por otras carnes en el mercado interno, que son más competitivas en precios (carne aviar y porcina) y que por ello han ido ganando participación en las canastas de consumo. Respecto al último punto señalado, es de esperar que los precios de las otras carnes que compiten con la carne bovina respondan este mes en igual dirección que los precios de esta última, aunque con menor intensidad; cuando se produce un movimiento importante de precios de un producto, se genera un desplazamiento de demanda, un salto en la demanda en los mercados de los productos sustitutos”, marcan los investigadores.

En el análisis apuntan que el gasto en otras carnes y en otros productos derivados de la producción animal (chacinados, huevos) agrega algunos puntos porcentuales de participación en la canasta de consumo de carnes de las familias; en el consolidado, el gasto habitual en proteínas animales puede estar cerca del 8%.

Tomando este último porcentaje como referencia, y trabajando con un aumento de precios consumidor de entre el 40% y 50%, para los analistas el aporte de la carne bovina y las proteínas animales a la inflación de agosto podría estar en un rango de 3,2 y 4 puntos porcentuales.

“El efecto final dependerá también de lo que suceda la última semana del mes, si se sostiene el aumento en el mostrador o si éste termina cediendo algo de terreno frente a una demanda debilitada; de todos modos, es muy probable que tengamos en agosto el mayor salto del precio (real) de la carne de al menos los últimos 18 años (2005-2023) y por tanto el mayor aporte a la inflación de este producto en la medición de los organismos oficiales. Algo importante que debe advertirse es que la intensidad del salto de precios de agosto tiene que ver, en parte, con lo sucedido (o lo no sucedido) en los 5 meses previos, en el hecho que la carne venía rezagada en la carrera de los precios. En efecto, entre marzo y julio, el precio consumidor había bajado un 14% en términos reales, fueron 5 meses en los que los precios de la carne corrieron por detrás de la inflación general”, señalan.