Hasta el 13 de febrero pasado, Jorge Alberto Juárez (48) se encontraba asignado a la guardia del edificio donde tiene su sede el Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) en la calle Crisol 670 de barrio Nueva Córdoba.
El domingo 14 de febrero habría atacado a su pareja, Mirian Beatriz Farías (45), provocándole quemaduras que le afectaron más del 40% de su cuerpo. En efecto, ella terminó internada en el Instituto del Quemado, donde constataron heridas profundas producidas por contacto directo con fuego.
Recién al día siguiente, lunes 15, una de las hijas de Mirian denunció el hecho. La fiscal Bettina Croppi imputó a Juárez por lesiones graves y ordenó su inmediata detención. Esta es la sospecha que tiene la Justicia hasta el momento. La secuencia de hechos está contenida en el expediente que se tramita en la Fiscalía de Violencia Familiar.
La pareja integrada por Juárez y Farías convivía desde hacía tres años en una casa de la localidad de Saldán. Según los registros de tribunales, no hay constancias de que la víctima haya presentado denuncias anteriores por violencia de género. Ella trabajaba en un geriátrico y no tenían hijos en común.
Después de cuatro días de agonía, Mirian no resistió las complicaciones de las quemaduras y falleció. La fiscal Croppi agravó la imputación a Juárez y lo responsabilizó por homicidio calificado por el vínculo y violencia de género. Los antecedentes laborales del victimario registrados en el expediente señalan que se desempeñaba como suboficial escribiente de la Policía Federal Argentina.
En Federales. Fuentes consultadas por este medio señalaron que Juárez se comunicó con sus jefes en tribunales horas posteriores al ataque que le habría proferido a su pareja y dijo que no podía asistir al trabajo porque ella había padecido un “accidente doméstico” y estaba internada.
La noticia resultó impactante para la vocal Noel Costa, la única mujer que integra el TOF 2. La magistrada le confirmó a PERFIL CÓR DOBA que inició un trámite administrativo ante la Subdirección de Seguridad de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, para solicitar que le sea asignada una mujer como custodia. También encaró una gestión ante la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
“Soy muy respetuosa de la Policía y de todas las fuerzas de seguridad”, aseguró al tiempo que explicó que la intención de incorporar mujeres a los roles hasta ahora desempeñados casi exclusivamente por hombres, nace de su convicción de que “la sola presencia femenina produce cambios”.
De un centenar de efectivos de la Policía Federal que custodia las diferentes sedes de los tribunales en adyacencias del Parque Sarmiento, una reducida porción son mujeres.
Además, la magistrada realizó la siguiente observación: “Para reemplazar a una persona sospechada de femicidio habría que designar a una mujer en su puesto, como forma de reivindicar a la víctima”.
Juárez trabajaba como chofer y custodio de la jueza Costa. Se incorporó a la guardia de tribunales federales hace aproximadamente 10 años y a la Policía Federal hace más de 20, habiendo obtenido el grado de suboficial.
En la fuerza se adoptaron medidas preventivas. A partir de su detención se encuentra en servicio pasivo, es decir que perdió su estado policial. Es la sanción más severa prevista para los efectivos de la Policía Federal. Por las características de la imputación, raramente esa decisión se revierte.
