Con tres ejes claramente definidos, Federico Racca y su equipo trabajan desde hace un año y medio en el programa que llevarán adelante desde la subsecretaría de Cultura de la Municipalidad de Córdoba.
En diálogo con PERFIL CORDOBA, el funcionario señaló que dará continuidad a las ferias que ya se venían realizando en la ciudad, concretará una fuerte inversión para reactivar la vida de los Centros Culturales y apuesta a que Provincia y Nación colaboren en la reapertura del Teatro Comedia.
—¿A qué responden los tres ejes de trabajo?
—A una realidad histórica y cultural de Córdoba que no podemos negar y es que nace como varias comunidades culturales que funcionan entre sí. Entonces, nos encontramos con que Córdoba son muchas ‘Córdobas’ y pensamos en el concepto de Comunidades Culturales, algunas ancladas al territorio y otras no. Creemos que un nuevo modelo de cultura no puede pensar en dirigir sino en visibilizar. Hoy la cultura se democratizó, cada ciudadano produce cultura, muchas veces sin ser consciente de esta producción; y es increíblemente potente y variada. Tenemos la obligación de tratar que esa diversidad tenga visibilidad. En esa lógica, una de nuestras cuatro direcciones es Cultura Viva, que anteriormente se llamaba Cultura Comunitaria, que no es un área sino una política que tiene que atravesar y tensionar todas las áreas. Venimos de un modelo que asocia la cultura a lo espectacular y el espectáculo no es cultura. Sí puede ser el final de un proceso cultural, pero lo que determina la cultura son procesos que modifican las subjetividades y producen nuevos pensamientos. Ese poder ver al otro desde otro lugar. Y en una sociedad en la que tenemos un altísimo nivel de pobreza y de marginalidad, la cultura es central.
—¿Cómo les afecta haber perdido el rango de Secretaría?
—Cultura no es una Subsecretaría. Es una Secretaría que tiene un secretario, Horacio Ferreyra, del cual yo soy subsecretario. Él abarca tres áreas: Innovación, Cultura y Educación. Horacio es una persona con una vastísima carrera que entiende mucho de cultura y educación. Obviamente que yo tengo una mayor especificidad. Sí es cierto que en esta gestión se han fusionado Secretarías por la realidad económica de la Municipalidad que ha dejado el mestrismo.
—¿Entonces van a tener que funcionar con menos presupuesto?
—No, tenemos el mismo presupuesto que el año pasado. De hecho, el presupuesto general de la Municipalidad, que abarca Cultura, está aprobado desde antes que la gestión de Martín (Llaryora) empezara.
—¿Qué va a pasar con lasFerias? ¿Se van a mantener o van a sufrir alguna modificación?
—Las vamos a mantener. Hay que trabajar fuertemente porque hubo una caída grande de las ferias, sobre todo en la del libro. Creo que hay que pensarla enmarcada en un contexto mayor que es el del libro y la lectura. Además, acabamos de volver a poner en organigrama la Editorial Municipal.
—¿Qué quiere decir, que no estaba funcionando?
—Había sido cerrada, no existía más como editorial. Es una de las primeras cosas que hicimos, hay un grupo de empleados excelentes ahí y ellos son los que están llevando adelante el pensar contenidos de cara a la próxima Feria. Actualmente estamos trabajando en dos grandes muestras en el Museo de la Ciudad y en el Genaro Pérez para empezar a mostrar el patrimonio que tiene la ciudad y vamos a reabrir la Sala Malicha Leguizamón (ver más abajo). También hemos hecho pequeñas cosas simbólicas, que hablan de nosotros: abrimos la reja que comunica el Cabildo con el Pasaje Santa Catalina. Estaba cerrada desde la época de la dictadura. Es un pequeño gesto, pero importante. El Cabildo no puede estar desvinculado de nuestra memoria. Y Cultura también son símbolos, signos.
—¿Cómo están los Centros Culturales?
—Si hay algo que ha quedado de ellos es por el trabajo de los empleados que han logrado sostenerlos. Vamos a tratar de hacer una fuerte inversión en un momento de mucha crisis económica para ponerlos en condiciones. Tenemos centros como el de barrio General Paz que está devastado. Esperamos que durante la gestión podamos mejorarlos.
—¿Y el Teatro Comedia?
—Vamos a terminarlo. Pero necesitaremos apoyo seguramente de la Provincia y de la Nación porque falta muchísimo dinero. La gestión anterior decía que estaba el 80 por ciento del teatro terminado pero lo único que hay es el hormigón armado; y algunos dicen que mal armado, por lo cual hemos mandado a pedir un informe técnico del estado real de la obra. Creo que es una bandera de gestión, pero tampoco hay que minimizar en un momento de profunda crisis económica las dificultades para poner el dinero que va a hacer falta para terminar una obra de esta magnitud.
—¿Qué tiempos estiman?
—Un proyecto de un teatro de ese tipo implica varios años de trabajo. Y recién estamos en la etapa de evaluación para saber verdaderamente lo que hay y cuál es la situación real.
El equipo de Racca
El subsecretario de Cultura desembarcó en el Cabildo con un equipo que trabajará de manera conjunta con el plantel municipal. “Trabajamos hace un año y medio armando un proyecto de Cultura. Para nosotros ha sido un honor contar con la asesoría de Adolfo Sequeira, Pablo Canedo, Josefina Piana y Jorge Torres a quienes -un poco en serio y un poco en chiste- le llamamos ‘Generación Dorada’, algo así como los ‘Manu Ginóbili’ de lo suyo”, dice Federico Racca.
Estos asesores trabajan con un equipo de gente muy joven integrado por cuatro directores. “Los directores son Juan Martín Sequeira, especialista en censos culturales, porque creemos que las políticas culturales tienen que estar ancladas a datos de la realidad. Como directora general está Julia Oliva Cúneo, que viene del decanato de la Facultad de Arte de la Universidad Provincial; Paula Tuma, psicoanalista, especialista en psicoanálisis cultural y Marihem Soria, que maneja Cultura Viva Comunitaria y viene del Centro Cultural de Villa Libertador”.
A este grupo se le suman subdirectores como Marcela Reartes, quien es el nexo entre esa ‘Generación Dorada’ y los jóvenes directores.
Reapertura de la Sala Malicha Leguizamón
Con una agenda que busca ofrecer una propuesta que articule varios lenguajes, por estos días se trabaja en la apertura de la Sala Malicha Leguizamón, con un proyecto a cargo de Celina Harford.
“Malicha fue una gran iniciadora de los estudios de literatura infanto juvenil. Esta sala fue cerrada por la gestión anterior y los libros abandonados en una habitación. Pero Celina presentó un plan y estuvo trabajando con un grupo de voluntarias para abrirla nuevamente”, explica Racca.
La propuesta incluirá conciertos, películas, narraciones, conferencias y talleres. “No se trata solo de invitar a niños lectores sino, y fundamentalmente, generar espacios de reflexión sobre las prácticas en torno a la lectura y la literatura para niños y jóvenes”, señala Harford.
PARA NIÑOS. Con un proyecto a cargo de la museóloga Celina Harford, n reabre la sala de lectura y exposición para niños, Malicha Leguizamón.