En la terminal de la línea 60 de colectivos, todo huele a alcohol en gel. Es que en plena pandemia y en cuarentena administrada, con más actividades económicas exceptuadas, el movimiento de pasajeros en transporte público aumenta y las medidas de protección contra el coronavirus se deben extremar.
A esto se le suma que el gobierno estableció desde este lunes 20 “el uso obligatorio de elementos de protección que cubran nariz, boca y mentón para las personas que permanezcan o circulen en los servicios de transporte de pasajeros automotor y ferroviario de jurisdicción nacional”.
La medida fue anunciada en la Resolución 95/2020, publicada en el Boletín Oficial. De esta manera, ya todas las personas que viajen en colectivos y trenes, en cualquier parte del país, deberán llevar puestos barbijos u otros mecanismos similares de higiene, para evitar así posibles contagios en el marco de la pandemia del coronavirus.
Con este contexto, Perfil recorrió hoy una de las terminales de la mítica línea de colectivos, “la 60”, como todos la conocen con sus ya casi 90 años de historia. Y la elegida fue la de Ingeniero Maschwitz. Así, vimos en vivo y en directo cómo se toman los recaudos para evitar el contagio de covid-19 (ver fotogalería).
Tal como nos explica Marcelo Pasciutto, presidente de la empresa desde 2006, pero con alma y corazón de colectivero desde su infancia por legado familiar, la rutina es la siguiente:
“Cuando termina la jornada, de 22 a 24, se realiza la limpieza que llamamos exhaustiva, que es cuando la unidad entra en el túnel o puente de lavado para la limpieza exterior e interior, con pulverizador con cloro y lavandina diluida en agua".
"El colectivo sale a la mañana y después en cada terminal que toca se realiza la limpieza de interior, que es pasamanos, pisos, agarraderas, asientos, todo lo que el pasajero puede tocar. Paralelamente, a los choferes, asi como a toda persona que entre a la empresa, se le toma la fiebre al llegar y al irse, en todas las terminales”, sigue Pasciuto.
Sobre los choferes, Marcelo Pasciuto aclara que “hoy el chofer ya casi no tiene contacto con los pasajeros dado que está la cortina plástica instalada desde que se declaró la cuarentena, así que los riesgos son cada vez menos para ellos. El mayor riesgo es quizás el camino de casa a la empresa”, dice el presidente de la línea.
Actualmente, la línea 60 tiene 312 unidades, pero según Pasciuto, "hoy hay 230 o 240 funcionando, y los ramales son siempre de Escobar a Plaza Italia y de Barracas a Tigre".
Operativo limpieza: La desinfección del transporte y los espacios públicos en fotos
En cuanto a su percepción de los pasajeros, el titular de la 60 asegura que “la gran mayoría, yo te diría todos, respetan las normas, cumplen con todo lo que se debe hacer. En cuanto a los choferes, al principio había más temor, pero al ver que todo se va organizando bien y las normas están claras, todo marcha fluido".
"Además,se cumple con la norma establecida que es que la cantidad de pasajeros no debe exceder la capacidad de asientos. La norma no aclara si el pasajero debe ir sentado o parado y la misma gente evita completar los asientos de a dos. Si ve que hay un asiento doble con una sola persona, elige ir parada”, completa.
En cuanto a la cantidad de pasajeros, Pasciuto es tajante.”Incluso hoy lunes 20, ya con más actividades con permiso para funcionar, es muy, muy poca la gente que circula en colectivos. Quizás en hora pico un poco más, pero ese poco más es, con mucha furia, 20 pasajeros. Un 3 por ciento de lo normal”.
MT / DS / Fotos: Sergio Piemonte