CULTURA
Lanzamiento editorial

El libro sobre Bernardo Berro, clave en la tradición dialoguista de la política uruguaya

Diego Fischer, el autor más leído en Uruguay en la última década, presenta el libro "Qué poco vale la vida", sobre quien fue el quinto presidente constitucional del país vecino y con quien ve algunas características en común con el actual mandatario Luis Lacalle Pou.

Diego Fischer 20221118
Diego Fischer | Editorial Planeta

"Bernardo Berro es un personaje de la historia que ha sido ignorado". Así comienza definiendo el periodista y escritor uruguayo Diego Fischer la figura del quinto presidente constitucional del Uruguay, y primer mandatario del Partido Blanco (actual Partido Nacional), cuya forma de ser contribuyó a una tradición de diálogo y conversación entre políticos de ese país, donde el otro es visto "como un adversario, no un enemigo".

Nacido en Montevideo en 1961, Fischer estudió periodismo en la Universidad de Navarra y la Universidad de Boston, es columnista del diario El País, ha publicado más de 15 libros y recibió en seis oportunidades el "Libro de Oro". Su último título "Qué poco vale la vida: Bernardo Berro: un sembrador en el vendaval", novela histórica que publica editorial Planeta, narra de manera apasionante la vida de un hombre ilustrado que anhelaba ser campesino y terminó siendo presidente del país vecino entre 1860 y 1864.

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En diálogo con PERFIL, Fischer cuenta que la relación entre Berro y Venancio Flores, líder del partido Colorado, fue el puntapié para cultivar una característica de los políticos uruguayos, la de poder "defender con mucha vehemencia sus posiciones, pero no ser enemigos". 

También comenta que ese vínculo -no de amistad pero sí de comunicación- entre Berro y Flores surgió por un viaje a la Argentina, donde los referentes políticos uruguayos se entrevistaron con Justo José de Urquiza. Por otro lado, manifestó que ve "puntos en común" entre Berro y el actual presidente Luis Lacalle Pou.

- ¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?

Mis libros están basados en investigaciones periodísticas. Para que que yo comience a investigar, algo tiene que llamarme la atención. Berro era un personaje que estaba en la lista de personas que a mí me interesaba, porque sobre Flores hay decenas de libros publicados y hasta una película. Sobre Berro solamente había dos libros y los había escrito un pariente.

Flores y Berro fueron asesinados el mismo día, con horas de diferencia. Hurgando en el Archivo General de la Nación encontré unos documentos que contaban otra parte de la historia. No se había dicho quienes eran los asesinos de Flores, y se pensaba que Berro lo había enviado a matar. Esto no fue así y lo que encontré sobre el personaje más la documentación fue un gran hallazgo.

Diego Fischer - Qué poco vale la vida 20221118
El periodista y escritor Diego Fischer.

- ¿Cómo describiría a Bernardo Berro?

Berro es un personaje de la historia que ha sido ignorado y olvidado. Nunca quiso llegar a ser presidente, él quería ser granjero, un agricultor. Es más, vivía en una chacra para trabajar la tierra con sus manos.

Fue un hombre diferente en muchos aspectos, para empezar no tenía ambiciones políticas y llegó a ser presidente constitucional. En su mandato logró estabilidad, un momento de paz tras venir de revoluciones y guerras por el apetito voraz de Brasil, de siempre querer hacerse del puerto de Montevideo, y de los ojos siempre atentos de Buenos Aires, por la histórica rivalidad de puertos. 

Después de la Guerra Grande, con el partido Blanco vinculado a Juan Manuel de Rosas y el Colorado más afín al Brasil se produce la política de fusión en Uruguay, con presidentes que tienen que gobernar con rebeliones internas. Berro es elegido por el Parlamento y propone una política de incorporar al adversario histórico al gobierno. Las divisas históricas dejaban de lado sus diferencias para conformar un gobierno de unidad nacional.

- ¿Por qué dice que es un personaje "olvidado e ignorado"? ¿Cómo fue su presidencia?

Iba en contra de la corriente desde todo punto de vista. En el momento en que los políticos de toda América del Sur miraban a Europa, se regodeaban en Francia debido a la Ilustración, Berro decía detestar a Napoleón III y, esto es textual, a “su mono Simón Bolívar”. Imagínate lo que hubiera sido eso hace 20 años con Hugo Chávez vivo.

Decía que admiraba a los “padres fundadores”, a George Washington y los congresistas norteamericanos “que trabajaban mucho y en silencio por su pueblo”. Se enfrentaba con gente de su propio partido y ni hablar de sus adversarios. No era caudillo, no era “dotor”, en la época de los doctores, era muy libre a la hora de pensar, incorruptible, no tenía compromisos con nadie y se enfrentó a la Iglesia. 

Diego Fischer - Qué poco vale la vida 20221118
"Qué poco vale la vida. Bernardo Berro, un sembrador en el vendaval" (Editorial Planeta).

Con él empezó lo que se conoce como la "secularización del Estado"; dotó al país de cosas que hoy parecen muy básicas, como el patrón de las medidas, impulsó los códigos civiles y penales -que no se van a concretar en su mandato- hizo una apuesta muy fuerte por la educación y para fomentar la producción agropecuaria.

También tuvo un compromiso fuerte por los esclavos libertos. Quería incorporarlos a la sociedad como fuerza laboral y no como "mano de obra esclava". Esto se debe a que su padre, Pedro Francisco Berro, cuando llegó al Uruguay adquirió esclavos para formar una unidad productiva agropecuaria de avanzada. Compraba las familias enteras porque consideraba que "ya era demasiado dolor" que los robaran de sus tierras y los traficaran.

- ¿Ve algunos puntos de comparación entre Berro y algún dirigente uruguayo actual?

Yo creo que tiene algunas características parecidas al actual presidente, Luis Lacalle Pou, además de ser del mismo partido. Porque fue un hombre de diálogo, muy pragmático y alguien que siempre convocó a la oposición. Tuvo con el dictador Flores una buena relación, conversaban, a pesar de estar en las antípodas.

Ahí está una de las cosas que es características en Uruguay al día de hoy. Los políticos uruguayos pueden ser adversarios, defender con mucha vehemencia sus posiciones, pero no son enemigos. Quienes sembraron la base de ello fueron Berro y también Flores. Y hay un hecho que tiene que ver con la Argentina, que fue determinante para ello. En 1855, el entonces presidente envía a Berro y a Flores juntos para hablar con Urquiza.

El presidente uruguayo Bernardo Berro 20221118
Bernardo Berro, miembro del Partido Blanco y presidente uruguayo entre 1860 y 1864.

Allí se conocen, conviven en Buenos Aires durante tres días. Le piden a Urquiza que se defina sobre lo que fue el tratado de 1851 que fijó los límites de Uruguay con Brasil. Entablan un vínculo de diálogo, de comunicación, no diría de amistad, pero sí para saber que estaba en juego la razón de ser del Uruguay. A raíz de ese viaje, se comienza a cultivar lo que es una tradición muy importante para el país, la conversación y el diálogo entre los políticos.

- Argentina y Uruguay salieron de un territorio en común pero en esta característica parecen haberse distanciado a lo largo de la historia. ¿Por qué cree que pudo ocurrir esto? 

Quizás eso se debe a que en Uruguay nunca hubo un hecho tan tremendo como el que fue el derrocamiento de Juan Domingo Perón. Hasta donde yo sé hubo muchos muertos y debió irse al exilio, como no había habido antes.

Que siempre haya una cultura del diálogo y una forma de ser donde las fuerzas de aquel entonces, en la década del 50 estamos hablando de blancos y colorados (en ese entonces nacionalistas y colorados). También estaba el partido socialista, que era pequeño pero de diálogo, y el comunista era una mínima expresión. Esto se fue tejiendo y el puntapié inicial lo dieron Berro y Flores.

Es verdad que hubo guerras después, pero la negociación siempre primó. La salida de la dictadura uruguaya, en 1985, fue un pacto. Negociaron adversarios enconados, gente que estaba muy enemistada, y la salida fue un pacto. Quizás los años más dramáticos, donde hubo menos diálogo, fueron los previos a la última dictadura.