CULTURA
Poesía y música

Elvira Sastre: "Si tengo que responder a los códigos de las redes sociales, no escribiría nunca"

La poeta segoviana regresa al país con su espectáculo de poesía musicalizada. Conversó con PERFIL sobre su última novela, la violencia de genero y su relación con la virtualidad.

Elvira Sastre
Elvira Sastre | Gtlza. Prensa Elvira Sastre

“No es normal que todas tengamos esa tendencia al autoboicot, a la autoexigencia, a la perfección extrema, que tengamos que ser siempre buenas en todo, ya sea buenas víctimas, buenas verdugas. Que nuestro trabajo siempre tiene que sobresalir, que nuestra edad tiene que ser una específica, nuestro cuerpo también. Todo eso parte de un deseo educacional y sistemático”, dice Elvira Sastre, poeta y escritora española.

En marzo de este año, publicó su última novela, “Las vulnerabilidades”. Allí, construye a una Elvira de ficción que es contactada por Sara, una adolescente de 17 años que sufrió violencia digital dado que su ex pareja difundió un video sin su consentimiento.

Lo que inicia como un intercambio mensajes de apoyo en redes sociales para allanar el camino hacia acciones legales y eliminar el video de circulación, rápidamente termina transformándose en un abrazo virtual que amansan las crisis de ansiedad de Sara, dando lugar a una amistad entre las dos protagonistas. Con un giro inesperado, la historia se apodera y encanta al lector en cada vuelta de página.

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A nivel editorial y personal, ¿te encontraste con dificultades a la hora de entrar en detalles de escenas tan crudas?
A nivel editorial no, al contrario, mucho apoyo. A nivel personal, fue difícil enfrentarse gráficamente a través de la palabra a escenas tan duras. Siento que por una parte, por lo menos en mi país (España), nos estamos anestesiando un poco. Todos los días hay noticias de mujeres asesinadas, violadas, agredidas, niñas, mayores... Es horroroso, pero al final al ser algo diario, el cuerpo y la mente también se anestesia y te acostumbras. Hay algo sórdido en ver el telediario mientras estás comiendo y que esas noticias no te hagan frenar. También creo que es un mecanismo de la mente para intentar seguir con el día a día. Entonces creo que el hecho de ponerle un nombre, un apellido, una forma de ser, un modo de vestir, un color de ojos a la víctima, y hacerlo, en este caso, a través de la ficción, ayuda a que el lector o la lectora empatice. Entonces, enfrentarme a todo eso a través de la escritura y ponerlo en palabras, ha sido muy jodido porque se te queda el cuerpo muy cortado. Pero bueno, formaba parte de la historia. También es una realidad y es importante reivindicarla.

En la novela, hacés una radiografía de muchos sentimientos. El miedo, la culpa y la tristeza son algunos de los que aparecen. En ese sentido, ¿pensas que a las mujeres se les exige demasiado en esta sociedad o somos nosotras las que nos exigimos y cargamos con esa culpa?
Toda nuestra manera de existir en el mundo y de gestionar las cosas están marcadas por el papel que nos han otorgado y que nos han dado; y que intentamos reivindicar cada día. No es normal que todas tengamos esa tendencia al autoboicot, a la autoexigencia, a la perfección extrema, que tengamos que ser siempre buenas en todo, ya sea buenas víctimas, buenas verdugas. Que nuestro trabajo siempre tiene que sobresalir, que nuestra edad tiene que ser una específica, nuestro cuerpo también. Todo eso parte de un deseo educacional y sistemático. Todo viene de un sistema hecho por y para el hombre en el que intentamos tener nuestro lugar. Creo que estamos todas atravesadas por lo mismo y esa lucha de querer salir de ahí y batallar contra eso, cansa.

Dice Artaud que la palabra detiene el pensamiento, que lo cesa, que no es en suma más que una conclusión. ¿Estás de acuerdo?
Creo que describe bien lo que es el ejercicio de traducción que supone escribir. Al final lo que estás haciendo es poner un pensamiento en palabras y para eso tienes que traducirlo porque en la mente llevamos derroteros que las palabras no. Siento que las palabras ordenan, por eso escribir es tan bueno, ya escribas mejor o peor, eso da igual. Es un acto muy terapéutico, que yo incluso lo pongo en práctica sin pensar en escribir un poema bonito. A veces es simplemente por recomendación de mi psicólogo. Y hacerlo sin esa presión, también es un ejercicio curioso. 

Elvira Sastre

“Si hay algo peor que un poema que no se escriba, es un poema que se borra”; “la poesía no salva, sólo da un sentido a la herida”. Tomando esas dos frases tuyas, entonces, ¿qué poesía le daría sentido a la herida que deja un gobierno que estropea la cultura de un país? 
No quiero hablar de situaciones concretas que no conozco porque me parecería bastante atrevido, me da como la sensación de una moralidad ahí superior que no me corresponde. Pero puedo entender porque en este país (España) también ha pasado muchas veces. Aquí estamos con un gobierno progresista, pero a largo de los años, la cultura estuvo totalmente relegada y te podría hablar de la falta de ayudas que hay aquí, del sistema económico donde los artistas tienen que ser autónomos, de la cantidad de dinero que se paga al mes aunque no factures, es una locura. Creo que en muchas cosas estamos protegidos pero todo lo que pone en peligro la cultura de un país, me parece triste hablando en términos generales. Amo Argentina. Admiro y envidio desde un punto de vista muy sano todo el espectro cultural. Y creo que el argentino lleva dentro esa cultura y ahí nadie va a poder meter mano aunque lo intente.

Tengo una poesía que siempre leo y que escribí en un momento donde España estaba atravesando una crisis muy grande de corrupción política y desesperanza. Todo estaba bastante mal y muchos salimos a la calle, hubo un movimiento ciudadano increíble. Y por ahí escribí un poema que se llama “País de poetas”. Siempre lo recito y para este show lo hemos preparado. Para quienes se acerquen al espectáculo y estén agobiados o desesperanzados, ojalá les dé fuerza.

"Imposible" Tour 2024

El nombre que lleva su gira no es aleatorio. Desafiando la reticencia de productores a apostar por la poesía, y a convencerles de que existe un público deseoso de oír recitar a alguien en vivo, Elvira confía y convoca a su amigo Manu Miguez y su amiga María Mur para mostrarles que lo imposible puede materializarse.

“Huyo bastante de todo esto de “si lo sueñas, es posible” o “no hay imposibles”. Creo que ya entendimos que no es así. Esto va más con una intención de resignificar la palabra. Lo que se ve es el éxito, el teatro lleno, las entradas vendidas, los libros, las firmas, las colas… eso es maravilloso. Yo intento, también, mostrarlo como signo de agradecimiento a la gente y como demostración de que la poesía importa. Pues si acaso algún poeta o una poeta quiere hacer lo mismo, que vea que con mucho esfuerzo se puede”. 

“Es un show bastante ambicioso”, señala la joven segoviana sobre el encuentro que fusiona música y poesía. Elvira subraya la necesidad de que el público vea de donde salen todos los efectos de voces que suceden, que no está solamente ella en escena, que también hay dos personas que la acompañan arriba del escenario y muchas más, abajo de él. Este show se presenta en la Argentina el 10 de mayo al Teatro Ópera de la ciudad de Buenos Aires en el marco de su gira por Latinoamérica: “Imposible”.

Es que las personas que elige para trabajar, tampoco son al azar. Son personas que creen demasiado en ella y en lo que hace. “En los proyectos que hago, necesito la validación de gente cercana como para terminar de creérmelo del todo o creer que soy capaz. Entonces, a veces, si yo no confío en mí, pero confío en la persona que tengo al lado y esa persona me está diciendo que confía en mí, yo confío”, dice una Elvira agradecida. 

Con más de medio millones de seguidores en Instagram cosechados a lo largo de varios años, Elvira cuenta que tiene una relación sana con las redes sociales. 

“Siento que si tengo que responder a los códigos de las redes sociales, no escribiría nunca y tampoco viviría porque estaría todo el rato pendiente de eso. Pero por otra parte, es una herramienta muy importante en mi trabajo. Lo que consigo, es gracias fundamentalmente a la discusión que pueda tener yo en mis redes”, precisa la poeta española. Cuando recién comenzaba a recitar en público, Elvira pensaba que le había ido fatal, sin embargo, era la gente la que a través de las redes le daba consejos para que no deje nunca de hacerlo. 

cp