“Los hermanos sean unidos..., porque si entre ellos se pelean, los devoran los de afuera”, grita una madre joven en la parada de colectivo, mientras intenta con escaso éxito separar a sus dos pequeños hijos varones en medio de patadas voladoras e insultos varios.
Esta parte de una estrofa que pertenece a La vuelta de Martín Fierro y que esta mamá porteña cita entre risueña y resignada, mantiene una actualidad que se reedita no sólo en el inconsciente colectivo sino también en las numerosas ediciones que aparecen en el mercado editorial y en la cantidad imposible de cuantificar de trabajos críticos sobre el autor, José Hernández y su gaucho.
Entre las ediciones de este clásico de la literatura argentina se destaca la recientemente publicada por El Ateneo, que cuenta con las ilustraciones de Roberto Fontanarrosa, y que son las mismas de la película que se estrena este jueves, de cuyo guión también estuvo a cargo del Negro junto a Horacio Grinberg.
Esta nueva edición del primer poema de Hernández publicado en 1872 y conocido luego como La Ida (el segundo poema que sacó el escritor en 1879 se llamó La vuelta del Martín Fierro ), cobra con los dibujos de Fontanarrosa otro sentido, por la contundencia de su trazo, la profundidad de las imágenes y la fuerza que le imprimió el dibujante y escritor rosarino.
Pero además, esta edición cuenta con un valioso estudio preliminar a modo de introducción al texto “Cuando el Martín Fierro fue un gaucho sin vueltas”, del ensayista, crítico y profesor universitario Julio Schvartzman, quien en esta entrevista con Perfil.com (que los lectores podrán ver y escuchar en el especial multimedia) ofrece otra lectura del clásico y de su autor: cómo construyó Hernández su personaje, el lugar que ocupa en nuestra literatura y en el inconsciente colectivo, cómo abordarlo hoy y la vigencia de este libro que nunca dejó de leerse.