Pato Terán Space & Art Gallery es la novedad en Pilar, una galería dentro del polo gastronómico y de diseño “La Aldea”, que tenía iniciativas itinerantes de arte, pero al que le faltaba un espacio específico abierto a artistas. Su dueña y mentora es Pato Terán que se animó a entregarse de lleno a ese proyecto que logró concretar en solo tres meses.

El vínculo de Pato Terán y el arte existe desde cuando era niña, ya que su papá era un coleccionista y le insistía en que tenía que construir su mirada. Sin embargo, esa primera relación con el arte tuvo diferentes obstáculos a lo largo de su vida. Cuando siendo adolescente logró que un conocido le consiguiera vincularse al Museo del Prado para estudiar restauración, su madre enfermó y la obligó a postergar su sueño.
Hubo otros derroteros, pero Terán siguió vinculada a ese universo, haciendo su arte, dando clases, hasta que la oportunidad de la galería apareció como una cachetada que no pudo esquivar. La situación tampoco era la mejor, estaba atravesando un postoperatorio, pero igual depositó su energía en aprovechar esa propuesta, usar uno de los galpones de “La Aldea” para abrir su galería.

Actualmente en el espacio exponen diez artistas con diferentes trayectorias, que estarán allí durante un mes, y luego se renovará la propuesta con otras obras.
“Este es un proyecto soñado muchas veces, anhelado y guardado hasta que encontrara su momento, un momento que me encontró en ´La Aldea’ en Pilar. Agustina Mazzini me convocó para la primera edición de ‘Estilo Art’, sin dudarlo fui a verla, conectamos de inmediato y el día de la inauguración, junto a Javier Iturrioz, entramos a recorrer los diferentes espacios. Cuando llegué aquí supe que era mi lugar”, describió Terán.
“La Galería ofrece diferentes alternativas y valores para que puedan exhibir sus obras y llegar al público de Zona Norte. Este es el primer y único espacio de arte, rodeado de country’s, clubs de polo y barrios privados cuyo público converge en ‘La Aldea’, punto de encuentro en los diferentes restó, la cafetería de Maru Botana, casas de decoración y vestimenta de marcas de diseño”, destacó la creadora del espacio.
“Decidí hacer esto también en honor a los artistas plásticos que ayuda a formar”, confesó en un té con periodistas del que participó PERFIL.
Los expositores del espacio
El espacio cuenta con obras de Nora Iniesta que elige resignificar los símbolos patrios con propuestas creadas a partir de elementos cotidianos. La uruguaya Ethel Lissman presenta objetos que son legados familiares en una composición que incluye fotografías intervenidas con materiales que pertenecieron a esos objetos del pasado, como radios viejas, máquinas de coser.
-Cristina Tchinnosian trabaja el book folding. “Reciclo los libros, los transformo, les doy otra vida. Le saco las tapas y los empiezo a intervenir plegándolos, no corto nada. Con el doblez le voy dando la forma que quiero”, detalló la artista que subrayó que tampoco tiñe los papeles, trabajo con los tonos que ya aparecen en los libros que arma y desarma.

-Cristina Codern, junto con su hijo hacen un trabajo obsesivo con lo textil y experimentan las formas que pueden armarse al maniobrar diferentes texturas. El trabajo de Cristian Mac Entyre, por su parte, se destaca por su arte geométrico, óptico y cinético.

-Soledad Dibetto presenta obras fractales, Adriana Campos con libros troceados crea círculos que parecen devolver a ese papel a su origen vegetal.
-Rosanna Lazzo presenta sus collages armados con sus propios papeles los que combina con sedas, cartones, que se superponen entre sí
-Alejandro Abalo expones sus esculturas de madera, mientras que María Mc Mullen, presenta esculturas de cerámica y grabados.
DCQ