CULTURA
Reconocimiento

Zelmar Acevedo Díaz será homenajeado en la Biblioteca Nacional

El narrador que distribuía sus relatos en los trenes será recordado a un año de su fallecimiento en el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional. Participarán destacados escritores, así como su amigo Federico Novak y su sobrina Laura Acevedo.

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Zelmar Acevedo Díaz recibirá un homenaje el jueves 17 de noviembre en la Biblioteca Nacional | CEDOC

A un año de su partida, el escritor Zelmar Acevedo Díaz tendrá un merecido homenaje en la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, el próximo jueves 17 de noviembre a las 17.45 hs, en el auditorio Jorge Luis Borges. Durante la jornada se abordará una de las facetas más maravillosas de Acevedo Díaz, quien vivió durante un intervalo de su vida de vender su producción literaria directamente a los lectores en los trenes del AMBA.

La charla contará con la participación especial de los escritores Hernán Bergara, Oscar Steimberg y Liliana Díaz Mindurry. También será recordado desde la mirada íntima de su amigo Federico Novak y su sobrina Laura Acevedo.

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Zelmar Acevedo Díaz vendía sus grandiosos cuentos en los trenes del AMBA.
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Entrada libre y gratuita. La cita será el próximo jueves 17 de noviembre a las 17:45 hs, en el auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional.

Las palabras sentidas de Noé Jitrik

El 10 de noviembre de 2021, día del fallecimiento del grandioso artista Zelmar Acevedo Díaz, "su entrañable amigo" Noé Jitrik le había dedicado el siguiente mensaje:

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“Hoy, ha muerto el extraordinario escritor Zelmar Acevedo Díaz. Fue nuestro entrañable amigo desde hace varios años, hablábamos, nos recordábamos, sus proyectos y movimientos me tenían como depositario y gracias a eso lo conocí como escritor. Modesto, recatado, silencioso, era un artesano de las situaciones y las palabras: sus cuentos no sólo eran vivaces y arrebatados sino incandescentes, cada uno era un impacto, así como lo fueron en su momento los de Horacio Quiroga, Adolfo Bioy Casares, Cortázar y otros, a quienes nada les debía: algo pasaba en uno al leer su imaginario a veces tenebroso, implacable, su mirada sagaz sobre personajes y situaciones nos cambiaba, a Tununa y a mí, no podíamos ser indiferentes al mundo que fue capaz de imaginar. Era alguien destinado, la literatura era la sustancia de su existencia y a ella se consagró de una manera insólita, en un momento de su vida vendiendo en los trenes los cuentos que diariamente escribía, con la perplejidad de los pasajeros que se convertían así en lectores y luego, encerrado, respetuoso, ajustando su escritura, mirando y revelando, escribiendo y pensando, en un símil de sus viajes en bicicleta, hombre común, ciudadano de un país posible”.

El autor que distribuía sus relatos en los trenes

Zelmar Acevedo Díaz compartió en su momento detalles de la peculiar elaboración de sus cuadernillos, que distribuía con regularidad a los lectores en los trenes.

CA / MCP