Recibir a Boca en el estadio mundialista de Mendoza le salió a Godoy Cruz un millón de pesos. Fue el fin de semana pasado, cuando la tribuna visitante entregaba una postal inusual, casi olvidada: diez mil personas con las banderas azul y oro, como en los viejos tiempos. En el club mendocino reconocen que la visita fue redituable en lo económico, pero también admiten que estudiarán cada caso y elegirán qué hacer. Por ejemplo, dentro de una semana, cuando juegue contra Unión, ese sector del Malvinas Argentinas estará vacío otra vez. Saben que ahí, las cuentas no van a cerrar.
Lo que le pasa a Godoy Cruz le pasa a casi todos los clubes de la Primera. Los cinco grandes, los rosarinos y alguno más acaso sean la excepción a esta habilitación a medias que existe para que regresen los hinchas visitantes a la canchas argentinas.
Boca y River, sobre todo, saben que la promesa será difícil de cumplir, salvo que sea impuesta por la AFA o los organismos de Seguridad. “Priorizamos el beneficio de nuestros socios, pero entendemos que hay un derecho a darles a los simpatizantes visitantes un espacio”, le asegura a PERFIL un dirigente xeneize. Y agrega: “Desde el punto de vista económico, al club le conviene darles ese espacio a sus socios adherentes”. La ecuación que hace es simple: ese sector de la Bombonera, en el que entran alrededor de cuatro mil personas, sólo se llenaría contra los equipos grandes, lo que requeriría un aumento en la cantidad de efectivos policiales. Del otro modo, esa tribuna se llenaría todos los partidos sin incrementar el gasto por seguridad.
El costo de los operativos policiales es la llave que abre las puertas de las tribunas de los estadios en la Argentina. Y una de las cuentas pendientes que le recriminan los clubes al Gobierno. Ni bien asumió Mauricio Macri, la Casa Rosada se había comprometido a colaborar con el pago de los operativos policiales. Algo que todavía no cumplió.
Para el encuentro de hoy, Defensa y Justicia estaba dispuesto a mudarse a Racing y darle 20 mil entradas a River, pero todo se suspendió por la interna de los Borrachos del Tablón. El conflicto, que puede estallar en cualquier partido y en cualquier lugar, derivó en que el club de Florencio Varela no quisiera hacerse cargo de la venta de entradas. “No da la situación, por los horarios de la noche y las cuestiones de seguridad y de las barras. Me pareció que no es cómodo”, alegó José Lemme, presidente de Defensa y Justicia, luego de que Rodolfo D’Onofrio se desentendiera de la situación.
“La apertura a los visitantes es una muy buena medida siempre y cuando garantice un rédito económico”, considera José Mansur, el presidente de Godoy Cruz. Mansur asegura que esto aliviará las finanzas, principalmente para los clubes del Interior.
Como cada club elige si deja o no deja entrar a los hinchas de otros equipos, la decisión, además de antojadiza, es cambiante. Quedó claro con Defensa y Justicia-River. También, la semana pasada, con Racing-Defensa y Justicia: la Aprevide había sugerido que los hinchas de Varela pudieran ir hasta el Cilindro, pero antes de anunciarlo, la dirigencia académica les advirtió que no llegarían a cumplir con los requisitos de seguridad. Todo se suspendió.
Al menos, eso fue más decoroso que lo que había sucedido con Sarmiento de Junín el año pasado, cuando el Aprevide anunció la apertura de los visitantes en esa ciudad, y el vicepresidente de Sarmiento salió a cancelarlo: “No estamos preparados para recibir visitantes, a nosotros nos supera”, dijo. Ahora, según el rival que toque, podrán aceptarlo o rechazarlo.