Real Madrid y Atlético de Madrid, dos clubes vecinos, se disputan el título de la Champions League, en Milán, en una reedición de la final ganada hace dos años por los primeros en Lisboa.
Aquel recuerdo de 2014 planea insistentemente desde que se supo que los dos grandes de la ciudad de Madrid se habían clasificado de nuevo para el partido más codiciado del fútbol europeo.
Entonces, el Atlético tuvo en su mano el que hubiera sido el primer título de campeón de Europa de su historia, tras adelantarse con un gol del uruguayo Diego Godín en la primera parte y resistir hasta casi el final con esa ventaja, hasta que Sergio Ramos, a la desesperada en un remate de cabeza en un saque de esquina en el minuto 93, puso el 1-1 y forzó la prórroga. Allí los blancos, ante un Atlético con la moral hundida, ganaron con los tantos de Gareth Bale, Marcelo y Cristiano Ronaldo de penal, para un 4-1 que supuso la ansiada décima Copa de Europa de la historia del Merengue.
El Atlético, sin embargo, se quedó con la miel en los labios por segunda vez, ya que en 1974, en su anterior final de este torneo, también vio escaparse el título al recibir un gol en el último suspiro, en aquel caso contra el Bayern de Munich, ante el que ya se vengó este año al eliminarlo en semifinales. Ahora espera poder terminar el trabajo y cobrarse la vendetta en Italia contra su verdugo de hace dos años.
El Atlético de Madrid está teñido de argentinismo. Primero por Diego Simeone, y luego porque tendrá a Augusto Fernández como titular y a Matías Kranevitter, Angel Correa y Luciano Vietto en el banco. El equipo viene de dejar en el camino a los poderosos Barcelona y Bayern Munich, en tanto que Real Madrid superó al Wolfsburgo y al Manchester City.