“Hay ratas de tierra y ratas
de agua; ladrones de agua
y ladrones de tierra y luego
existe el peligro de las olas,
de los vientos y de las rocas.
Con todo, el hombre es solvente.
Tres mil ducados… Creo que
puedo aceptar su pagaré”.
William Shakespeare (1564-1616); de Shylock a Bassanio, Acto I, III, “El mercader de Venecia” (1598).
Como abandonado en un coro griego, sin abandonar su tono opaco, tibio, sin matices, Alfonso Prat-Gay repitió, luego de criticar ferozmente al populismo y al ser consultado sobre los dichos de Lavagna sobre que este proceso “puede terminar en un colapso”, ocho veces lo dijo. “No sé, no sé, no sé, no sé, no sé, no sé, no sé, no sé”.