El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) prevé que el monto total de créditos será de US$ 1.484 millones para la Argentina durante este año, cifra que será puesta a votación en el próximo trimestre. Para asegurar ese monto y los US$ 6.600 millones del plan por cuatro años que se centra en obras de infraestructura, saneamiento y redes de agua potable, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, encabeza las negociaciones en la Asamblea anual del organismo, en Panamá, donde según confirmaron fuentes del BID no está previsto tratar los desembolsos para el país.
En los últimos días, algunos países como el Reino Unido y Alemania se sumaron a las voces que prevén votar en contra de nuevos créditos al país en los organismos internacionales para presionar por los créditos impagos, como la deuda con el Club de París o los fallos a favor de sus empresas en el Centro de Arbitraje de Diferendos de Inversión (Ciadi) del Banco Mundial.
Lorenzino participó ayer del evento que es centro del lobby del sector financiero regional, y de reuniones con bancos de inversión.
Desde el organismo a cargo de Luis Alberto Moreno aseguraron que la Argentina está cumpliendo con los pagos de los créditos –la deuda con los organismos multilaterales se paga religiosamente a través del fondo constituido con reservas del Banco Central–, y confirmaron que desde el mes que viene se empezarán a analizar las aprobaciones para el 2013.
Desde lo técnico no hay excusas para interrumpir los desembolsos, que de llegar lo harán por decisión política de los miembros de la Asamblea.
Otro que busca asegurarse el financiamiento para las obras de subtes y viales es Mauricio Macri, que viajó con el titular de Hacienda, Néstor Grindetti, y el economista y legislador Rogelio Frigerio para mejorar las tasas, plazos y períodos de gracia de un crédito a 12 años por US$ 130 millones.
