ECONOMIA
negocio exportador

A pesar del mal momento ganadero, mejoran las perspectivas para 2015

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El Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC explicó en un comunicado reciente que el país cuenta con condiciones naturales y potencialidad para incrementar la producción de carnes bovinas, recuperando así su posición de liderazgo en el mercado mundial. Según el ABC, esto se plasmaría sin la necesidad de descuidar el abastecimiento del consumo nacional, tema que tanto preocupa al gobierno nacional y su idea de mantener a salvo “la mesa de los argentinos”.
No obstante, en la actualidad el sector se encuentra transitando un período crítico, que se ha agudizado en los últimos meses como consecuencia de una suma de factores. La escasez de hacienda apropiada para abastecer los establecimientos exportadores y la faena de animales livianos (incumpliendo la resolución vigente) es el principal motivo de la caída de la actividad, cuyo saldo provocó el cierre de establecimientos y la pérdida de fuentes de trabajo. Ello ha determinado el encarecimiento del ganado bovino y minado la competitividad frente a otros proveedores del mundo.
Esta situación –que lamentablemente no es reciente– constituye la principal restricción en la recuperación del sector, y a ella se ha venido a sumar la fuerte caída que registran los precios de las carnes y menudencias bovinas en los principales destinos externos. En los últimos tres meses, el valor de la cuota Hilton ha caído más del 20%, mientras que la evolución del mercado ruso tampoco ha sido positiva, lo que afectó el valor de cortes menos preciados, con bajas que también superan el 20%, así como de las menudencias, que acusan disminuciones de casi el 30%.
La tendencia negativa ha alcanzado también a los subproductos vacunos, que poseen una fuerte incidencia sobre la ecuación económica de las plantas frigoríficas. Particularmente esto se observa en el precio percibido por el cuero bovino, que se ha deteriorado 15% con respecto al nivel registrado a fines de agosto de este año.
En este marco, la depreciación del real, el euro y el rublo ha agudizado el efecto tijera, que por el lado de los costos y por el de los ingresos ha reducido fuertemente la competitividad de la industria frigorífica argentina.

Genética. La genética bovina no siempre sufre los avatares de los problemas de la carne, pero cuando este mercado tiene buenas perspectivas siempre repercute favorablemente en los propietarios de cabañas (donde se crían los animales de pedigrí que potencian a las razas), porque los ganaderos buscan mejorar sus rodeos con la compra de reproductores destacados. Horacio Luis La Valle, de cabañas Las Tranqueras, una de las más destacadas en Hereford, describió que “cuando el ternero, el novillo y la vaca se pagan bien, el productor se entusiasma e invierte buscando los mejores toros y pagándolos algo más de lo normal, además de que el maíz está en un precio razonable. Este año fue bueno en la venta de reproductores, y las perspectivas son mejores todavía”.
En los últimos años, el negocio de la genética tuvo una nueva arista con la ampliación del mercado de exportación de semen, embriones y animales en pie, traccionado por Paraguay. Pero el Senasa está dificultando un poco el “trabajo”. Pedro Borgatello, uno de los mejores criadores de las razas Brangus y Braford, ganó el premio Reservado Gran Campeón Hembra de Palermo con una ternera que se vendió por el récord de 640 mil pesos a una compañía de Paraguay. Luego, demoró más de tres meses en poder trasladarla.