El gasto público preelecciones se sintió en los aumentos para mejorar ingresos, como las subas de jubilaciones y AUH, pero las transferencias a las provincias y municipios se vienen incrementando desde antes de las PASO, y también después, especialmente en los distritos de performance más débil para el oficialismo.
Fuentes empresarias y de las intendencias reconocieron que en la provincia de Buenos Aires y otros distritos como La Rioja o Catamarca, donde los resultados no fueron buenos para el oficialismo, aumentaron los giros discrecionales.
En el primer semestre, el gasto de capital, la inversión estatal, se aceleró 38% y creció más de diez puntos por encima de la tasa de recaudación. Pero en junio, según los últimos datos del Ministerio de Economía, la tasa de gasto directo se elevó a 49,7%, mientras que las transferencias de capital a las provincias y municipios crecieron 32,5%.
En el primer cuatrimestre, también el Gobierno bonaerense de Daniel Scioli había reforzado las transferencias a sus municipios casi en 50% en comparación con 2012.
La obra pública pasó a ser una de las principales cartas del año electoral, y así el presupuesto para el Ministerio de Planificación Federal a cargo de Julio De Vido fue 55% mayor que el año pasado y hasta el 31 de junio ejecutó $ 42.357 millones contra los $ 27.300 millones del año anterior, según datos de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP).
Los gastos de capital, que implican inversión directa del Estado, se aceleraron al calor de las urnas. “En estos rubros es donde se concentra el denominado gasto electoral. En especial, se avanzó en la construcción de viviendas, lo que simultáneamente generó un cierto soporte a la actividad de la construcción, fuertemente castigada por las restricciones cambiarias”, señaló Jorge Todesca en un análisis de Finsoport, donde la participación de la inversión real explica el 42% de la suba de los gastos de capital en el primer semestre del año mientras que las transferencias a las provincias explican el 32%.
“No hay estadísticas relativas a las transferencias a los municipios desde 2004”, explicó el economista Nadin Argañaraz, del Instituto Argentino para el Análisis Fiscal. “En año electoral, entre mayo y junio empiezan con fuerza las transferencias discrecionales, por fuera de la coparticipación y del fondo federal solidario”, explicó. Esas transferencias son automáticas y están basadas en la recaudación de impuestos de la Administración Federal de Ingresos Públicos.