La posibilidad de habilitar el pago de salarios y jubilaciones a través de billeteras virtuales, contemplada en el borrador de la reforma laboral del Gobierno, generó un fuerte rechazo entre las asociaciones bancarias. Las asociaciones que nuclean a las entidades advirtieron que la iniciativa reduce estándares de seguridad, pone en riesgo los haberes y debilita la estabilidad del sistema financiero.
Según un documento técnico elaborado por ADEBA, ABA y ABAPPRA, el esquema vigente, que obliga a que sueldos y prestaciones se depositen en una cuenta bancaria regulada por el Banco Central, fue uno de los pocos consensos estables de las últimas tres décadas. El texto recordó que ni siquiera en crisis severas como el corralito, el default o la pandemia hubo pérdidas o demoras en el cobro de haberes: “El sistema demostró ser eficaz aún en las peores situaciones de estrés”.
Las entidades explicaron que las billeteras virtuales no cuentan con regulación prudencial, no garantizan la integridad de los fondos y no forman parte de la Red de Seguridad Financiera que protege a los depósitos. “Los casos recientes de Wenance o Sur Finanzas ponen de manifiesto la importancia de la autorización previa y supervisión continua del BCRA”, señala el informe.
Otro punto crítico es el efecto sobre el crédito. Cuando los salarios ingresan primero a las billeteras, los fondos se terminan concentrando en Fondos Comunes de Inversión, que después regresan al sistema financiero como depósitos institucionales, imposibles de utilizar para préstamos a largo plazo. Esto, advierten, recorta la capacidad crediticia de bancos, empresas y familias.
El documento también alerta por el riesgo sistémico: el desplazamiento de fondos a plataformas no bancarias alimenta lo que denominan “banca en las sombras”, un segmento sin supervisión cuya expansión fue clave en crisis internacionales como la subprime de 2008. En Argentina, calculan, esa intermediación periférica ya supera los 5 billones de pesos.
Las asociaciones bancarias aclaran que, aun dentro del esquema actual, los trabajadores mantienen plena libertad: una vez acreditado el sueldo en su cuenta bancaria gratuita, pueden transferir —“a su propio riesgo”— todo o parte del dinero a la billetera de su preferencia. Además, destacan que el mercado de cuentas sueldo es altamente competitivo y ofrece beneficios, promociones y servicios que no están garantizados fuera del sistema bancario.
En sus conclusiones, las cámaras afirman que no existen beneficios evidentes en permitir que las billeteras paguen salarios, pero sí costos y riesgos significativos para empleados, jubilados y para la estabilidad del sistema. Y advierten: quienes buscan flexibilizar las reglas “deben ser conscientes de que esa decisión expone a los trabajadores y jubilados al riesgo de perder sus haberes, en caso de que la billetera en la que cobren tenga dificultades o desmanejos económicos”.