Luego que la semana pasada fracasara el salvataje a las empresas automotrices en el Congreso estadounidense, la Casa Blanca aseguró que la quiebra "controlada" es una de las opciones en consideración por la administración Bush para salvar a General Motors y Chrysler del desastre. Ford Motors, en situación delicada pero claramente mejor que sus competidores, no requeriría de una solución tan extrema, se indicó.
Una declaración de quiebra controlada figura entre "un abanico de opciones" examinadas por el gobierno estadounidense, dijo la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino. La administración Bush explora actualmente los medios para ayudar a los constructores de automotores amenazados con la bancarrota.
"Estamos muy cerca de la decisión", dijo Perino, sin dar más detalles. Además, reiteró que una declaración de quiebra incontrolada "no es una opción" para el presidente estadounidense. Pero esta es la primera vez que este gobierno dice explícitamente que una declaración de quiebra controlada es una de las opciones consideradas.
Una quiebra no controlada tendría consecuencias "terribles" para una economía estadounidense que ya está mal y que no podría soportarlo, dijo Perino a la prensa. En cambio, "podemos optar por una quiebra de manera ordenada y favorecer una estabilización menos brusca", agregó.
El gobierno de Bush vio fracasar la semana pasada un plan para salvar a los fabricantes de automotores que negoció en el Congreso y estaría decidido a encontrar otras soluciones y estudia los medios para intervenir, tratando de establecer con cuánto dinero y en qué condiciones.
Fuente: AFP
