“Por primera vez en doce años no le tuve que mandar el discurso a la Casa Rosada”, decía Adelmo Gabbi, presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires tras despedir al presidente Mauricio Macri en el acto por el 162 aniversario de la institución.
El jefe de Estado se llevó el miércoles pasado una de las mayores ovaciones de lo que lleva de mandato de parte de los hombres de negocios. Más de mil socios bursátiles y referentes top del establishment aplaudieron no menos de cinco veces mientras Gabbi elogiaba a voz en cuello la salida del cepo, el arreglo con los holdouts; en fin, los éxitos de un gabinete promercado.
En ese contexto, Macri los instó a sumarse al blanqueo, en lo que es la antesala quizá de otro pedido más amplio de acompañamiento para las próximas semanas: que acepten ingresar a un pacto social para fijar precios y salarios, mientras la inflación tarda en ceder. Los primeros sondeos muestran que habría disposición entre los hombres de negocios si se discute también la productividad de cada uno de los sectores.
“Todavía no hemos recibido señales, pero es lo que sostenemos en cada reunión que hemos tenido, que la Argentina tiene que buscar acuerdos para hablar de productividad y competitividad y cambiar de paradigmas”, aseguró Daniel Funes de Rioja sobre una vuelta a la agenda de un pacto social. El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, había propuesto hacerlo a mediados de enero último, pero la salida del cepo cambiario y el salto posterior en los precios alejaron la posibilidad.
Además, por aquel entonces, había varias vertientes enfrentadas en el sindicalismo, y ahora asoma la reunificación de la Confederación General del Trabajo (CGT). “No es menor que se armonicen los intereses de los sindicalistas”, agrega Funes.
“Si no hay un acuerdo social, por lo menos debería haber mesas de diálogo sectorial”, apunta José Urtubey, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Dudas y descanso. Son temas que seguramente analizarán varios de los principales hombres de negocios, como Alejandro Bulgheroni o Cristiano Rattazzi, que arrancan en estos días una temporada alta de descanso offshore en Forte dei Marmi, al norte de Italia. Todos tienen la expectativa de que finalmente la economía rebote, aunque en los informes de las consultoras hay alertas por la falta de ajuste fiscal. El propio Prat-Gay se ocupó de ellos el jueves por la noche ante sesenta empresarios del Foro de Convergencia Empresarial.
Además de mandar allí el mensaje en pos de un “diálogo de sindicatos, empresas y Gobierno”, les pidió a “los economistas”, en general, que “miren bien en detalle” los datos de déficit fiscal, porque “va a bajar en términos reales”. E hizo una promesa: “Lo van a ver bien en el proyecto de presupuesto que vamos a presentar”, la otra batalla que se viene.