ECONOMIA
BOLSILLOS ESTRESADOS

Argentina 2022: la inflación es una caldera pero el consumo sigue arriba

Los precios suben al 70% anual en promedio y muchas compras populares caen; pero turismo, teatros, gastronomía y venta de autos y de electrodomésticos trabajan a pleno.

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Contrastes. Largas filas para ir al teatro en la calle Corrientes. | cedoc

La historia es así. Una persona pone sobre la mesa siete millones de pesos (unos 35 mil dólares al tipo de cambio libre) para comprarse una camioneta 4x4 que se la darán dentro de cuatro o cinco meses. Al mismo tiempo, otra persona deja de comprar un kilo de carne vacuna y se vuelca a opciones como el pollo o el cerdo, para poder “llenar la olla”.

Son postales de una misma economía, la argentina, que este año tendría un piso de inflación del 70%, aunque algunos economistas ya proyectan, de acuerdo con la velocidad del primer cuatrimestre, la posibilidad de que sea más elevada.

En los últimos meses, la disparidad del consumo se agrandó entre los sectores de bajos ingresos y los de altos, al calor de una inflación que llegó al 58% interanual en abril, y que se proyecta por arriba del 70% para todo el año, según economistas como Martín Redrado o Marina dal Poggetto.

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Según los datos que fueron difundidos por la consultora Focus Market, el consumo masivo en los comercios de cercanía tuvo en abril la mayor caída porcentual interanual de los últimos diez meses, con una retracción del 8,7% que dejó un saldo negativo del 3,1% en el primer cuatrimestre.

Su titular, Damián Di Pace, indicó además que el consumo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) “cae más que en el interior del país”.

En ese sentido, señaló que, en promedio, una familia tipo requiere unos $ 42.500 para hacer frente al pago de una canasta básica alimentaria, considerando el programa Precios Cuidados, y que por fuera de ese plan el valor de esa canasta asciende a $ 45 mil, pero con $ 7 mil a $ 8 mil adicionales, ya sea en la Ciudad de Buenos Aires o en el primer cordón del conurbano bonaerense.

“Los ingresos de las personas corren por detrás de los precios que reciben en góndola”, expresó Di Piace, al tiempo que agregó que la caída del consumo se da en todas las familias de productos.

El saldo negativo del 3,1% en el primer cuatrimestre se compuso de caídas del 0,6% en Bebidas, 1% en Limpieza, 6,3% en Alimentos y 7,4% en Cuidado Personal.

En su informe, Di Pace indicó que “las paritarias, en el esfuerzo de intentar compensar la pérdida de poder adquisitivo del salario, incorporan a 9 millones de argentinos”, pero el resto “no conoce qué es una paritaria y vive con el ingreso no constante de su trabajo, emprendimiento o pequeño comercio”.

Heladeras vacías y lista de espera para automóviles. Con un 40% de la población bajo la línea de la pobreza, y otro tanto en una difusa “clase media”, un pequeño sector de la economía “mueve el consumo” de automóviles, turismo y esparcimiento

La entrega de un auto nuevo, luego de haber puesto “todo el dinero sobre la mesa”, puede demorar entre cuatro y cinco meses, y eso empuja también el pecio de los usados, porque se consiguen de manera inmediata.

La razón es sencilla. “La gente que puede ahorrar no lo quiere hacer con un peso que se devalúa a razón del 70% anual frente a una tasa a plazo fijo que no llega al 60%”, explicó el sociólogo Alberto Cuenca, de la consultora Economía y Sociedad en declaraciones a PERFIL.

Esa persona “compra cosas que pueda usar y que, es más, hoy las puede conseguir y tal vez mañana no estén en el mercado. Esto no solo se ve reflejado en ‘compras grandes’, como puede ser un automóvil, también se verifica en la adquisición de computadoras o notebooks que hoy están en los comercios, pero los mismos vendedores no saben si las van a volver a tener”, dijo Cuenca.

En cuanto al auge del turismo interno y los teatros repletos, tienen otros orígenes. Según el productor teatral Carlos Rottemberg: “Después de la cuarentena que trajo aparejada el covid, hubo una explosión, una necesidad de salir”.

Del lado empresarial, “hay promociones de dos entradas al precio de una, pago de tres cuotas... todo lo que sea necesario para volver a poner la rueda en movimiento”. Pero a esto se le agrega “la llegada de turistas extranjeros, especialmente uruguayos, los fines de semana, beneficiados por el tipo de cambio”, dijo Rottemberg a la prensa.

Un ejemplo es el resultado de Experiencia Van Gogh, la muestra sobre el artista holandés que se planteó en diciembre por dos meses, con entradas que van de $ 2 mil los menores y hasta $ 3 mil, y por el suceso del público se extendió hasta mediados de junio, porque después vuelve la Exposición Rural.

En el caso del turismo, el Previaje, plan que devuelve el 50% de los gastos hechos en el país, alentó, junto a los planes de 12 cuotas, los viajes a los destinos más alejados de Capital Federal y el Gran Buenos Aires, como fueron la Patagonia, Mendoza, Salta o Misiones.

“La ecuación es la misma. Comprás algo ahora que es caro, pero que dentro de 12 meses te lo va a licuar la inflación, y además te devuelven el 50% para que gastes. Es una oferta tentadora”, reconoció Cuenca.