Más allá de su recuperación económica, la Argentina continúa bajando en el ranking de Competitividad Global, según el informe que dio a conocer hoy el Foro de Economía Mundial (WEF, por sus siglas en inglés: World Economic Forum), que incluye un perfil detallado de 134 economías globales.
Así, el país ocupa el puesto número 88 (el año pasado estaba en el 85), más allá de su recuperación económica después de la crisis de 2001. El reporte combina datos duros y el resultado de una encuesta entre presidentes y CEOs de grandes, pequeñas y medianas empresas en la Argentina que se llevó a cabo entre febrero y marzo, ya iniciado el conflicto entre el gobierno y el campo.
Más de 12.000 líderes empresariales fueron consultados en las 134 economías analizadas en este estudio, en una encuesta que se diseñó para captar una amplia variedad de factores que afectan el clima empresarial de una economía. Cabe aclarar que el grueso del reporte se terminó antes de que se empezaran a desplomar masivamente los mercados internacionales.
El informe también incluye extensos listados de las principales fortalezas y debilidades de los países, lo que permite identificar las prioridades clave para la reforma política. Así, por ejemplo, y más allá de su bajísimo puesto, la Argentina presenta un número importante de ventajas competitivias, incluyendo su relativamente bien capacitada fuerza de trabajo y un amplio mercado para las empresas.
Sin embargo, la economía del país también se caracteriza por algunas debilidades relevantes. Entre ellas, y más allá de la reestructuración de deuda pública, el nivel de endeudamiento se mantiene alto, en 56,1% del PBI para 2007 (posicionando a la Argentina en el puesto 97° en este indicador). Este factor, combinado con una sostenida alta inflación, puede poner en juego los avances realizados para la estabilización macroeconómica, según observa el informe.
En este sentido, el Índice de Competitividad Global destaca una profunda falta de confianza por parte de la comunidad financiera respecto de la calidad y eficiencia de las instituciones públicas (posición 128°), el respeto y cumplimiento de la ley, y la imparcialidad en las relaciones entre el sector público y el sector privado.
Según el reporte, la economía argentina se caracteriza por la sobre-regulación de los mercados de productos, servicios y trabajo, privados de la posibilidad de alocar recursos de manera más efectiva.
En la región, Chile sigue a la cabeza del ranking de mejor desempeño de competitividad (ocupa el puesto 28 en el ranking global) y Brasil se mantiene en ascenso y subió del puesto 72 al 64 en un año.