ECONOMIA
HABITUAL BLANCO DEL GOBIERNO

Brito, el eterno acusado oficial por el dólar: “Ni sé a cuánto está el blue”

En la mesa. Brito, Gabbi y Kicillof, el miércoles en un almuerzo.
| Prensa Ministerio de Economía

Mil veces acusado por el Gobierno de estar detrás de corridas cambiarias, el banquero Jorge Brito almorzó el miércoles silla de por medio con el ministro de Economía, Axel Kicillof. En el marco del almuerzo del Consejo Interamericano de Comercio y Producción (Cicyp), Brito se mostró alejado de los vaivenes en el tipo de cambio.

—¿Cómo cree que se va a mover el dólar blue en este semestre de elecciones?
—Ni sé a cuánto está el dólar blue.

—¿Pero no ve tensiones?
—No pasa nada. Es un mercado ilegal, chiquito y poco representativo, como dice el ministro.

Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

—¿Aprendió la lección?
—Estoy grande para que me aleccionen –soltó y se aprestó a empezar a comer a centímetros del funcionario.
Poco antes, había deslizado además que entendía la gran convocatoria de Kicillof como la de un “ministro que se va”. “El dijo que se va, y si dijo blanco, es blanco”, subrayó.

Brito es el dueño del mayor banco privado de capital nacional, el Macro, y titular de la cámara de bancos locales Adeba. Pero además es un operador financiero histórico de la City. De buen vínculo con el Gobierno durante los años de Néstor Kirchner, fue blanco de acusaciones por corridas cambiarias por Cristina Kirchner, el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno, y luego por el propio Kicillof y su equipo. El periodista de Página/12 Alfredo Zaiat publicó en su libro Economía a contramano que el banquero compró de manera legal cerca de US$ 13,53 millones en 2011 antes de la reelección de la primera mandataria. Y también que otros US$ 19 millones había comprado su cuñado Delfín Carballo. Desde entonces y en los años más complicados de las restricciones establecidas para el acceso a divisas, una y otra vez fue señalado como quien, desde las sombras, manejaba la cotización paralela para presionar a la Casa Rosada, aunque siempre lo desmintió. “Lo que dijo Brito es una amenaza, están timbeando de nuevo y tratando de instalar que va a haber una megadevaluación a fin de año”, había dicho Kicillof en Radio Nacional Rock en mayo de 2014, poco después de que Brito reclamara en diálogo con la agencia Bloomberg un ajuste del gasto público.

En aquel momento, además, el viceministro de Economía, Emmanuel Alvarez Agis, había señalado: “Hay que preguntarse cuánto ganan los bancos con una devaluación, porque me parece que recomiendan medidas en ese sentido”.
A propósito de las críticas que siempre recibió por parte de quienes eran sus compañeros de almuerzo (Agis estaba a unos metros), Brito contestó a este diario: “Yo no creo en conspiraciones”.