Frente a la pandemia y la cuarentena obligatoria que se viene aplicando en el país, las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos sobre el acceso a la salud de la población explican por qué se implementó un aislamiento estricto para hacer frente al coronavirus y evitar un colapso de la prestación.
El Indec reveló que hacia el final de 2019 un 32,5% de la población dependía del sistema de salud pública, al no poder contar con otro tipo de cobertura.
Es decir que, en total, en función de la población económicamente activa, son 9,1 millones de personas, mientras que un 67% contaba hasta fines del año pasado con alguna cobertura, ya sea de obra social, mutual o sistema de medicina privada.
Esta semana, el ministro de Economía, Martín Guzmán, justificó el cierre fuerte de la economía porque “el sistema de salud no estaba en condiciones” para hacer frente a la pandemia del Covid-19.
Estos datos están contenidos en los indicadores de la evolución socioeconómica del país, la cual registró un notable agravamiento durante el año pasado producto de la caída económica y un índice de pobreza que se ubicó en el 35,5%.
El mismo informe da cuenta de que un 49,9% de los argentinos, en el segundo semestre de 2019, no tenía acceso a algunos de los servicios públicos esenciales, como agua, cloacas o gas, lo que da una muestra del empobrecimiento del país en materia social. El reporte del organismo detalla que casi un 12% de las personas no tenían acceso al agua corriente, un 35% a la red de gas y un 34% al servicio de cloacas. Por otra parte, se observó que 1,5 millones de personas viven en un hacinamiento crítico.
Con respecto a la educación, tomando edades de 4 a 17 años, sobre un total de seis millones de chicos, unos 203 mil no asisten a ninguna instrucción escolar, en tanto que se detalló que 5,7 millones concurren a establecimientos educativos. Un punto importante que se menciona es el clima educativo del hogar. En ese sentido, se informa que un 5,9% es muy bajo y un 41,9% es bajo. Un 33% mostró un clima educativo medio, un 9,6% alto y otro 9,6 muy alto.
Más libros digitales
Según un informe de la Cámara Argentina del Libro (CAL), la producción de libros digitales aumentó 61% en los meses de marzo y abril de este año, en comparación con el mismo período de 2019.
De un promedio de 430 novedades mensuales en ese formato se pasó a más de 700.
Si se analizan solo los lanzamientos realizados por las editoriales llamadas comerciales (dejando de lado entidades públicas, instituciones educativas, fundaciones, etc.), este incremento alcanza el 147% de manera interanual, una cifra nada despreciable. Sin embargo, el análisis no debe acabar ahí.
Frente al impedimento de lanzar sus novedades en formato papel por el cierre obligatorio de gran parte de las industrias y comercios, se volcaron a la vía digital u online.
