ECONOMIA
Expropiación I

Cómo funciona una empresa exportadora de granos

Un experto analiza el sector de acopio, procesamiento y exportación de granos y subproductos y explica por qué las empresas necesitan un significativo capital de giro para operar.

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Oportuno. Gracias a Vicentin, y tras meses de confusión, el Presidente llevó tranquilidad al país agrietado: a unos les ratificó que vamos hacia Venezuela y a otros, hacia la seguridad alimentaria. Pero Alberto Fernández debería resistir tentaciones y presiones para volver a cavar la grieta. | Pablo Temes

Frente a la posibilidad que el Grupo Vicentin sea expropiado, cabe preguntarse qué problemas y oportunidades tendrá el equipo que deberá manejarlo.

Una de las hipótesis que ha enunciado el Presidente Alberto Fernández es que la empresa comenzaría a funcionar como un fideicomiso bajo la administración de una división de YPF (YPF Agro), dedicada a las relaciones comerciales de esa empresa con el sector agropecuario que incluyen, entre otras, ventas y canjes de gasoil y fertilizantes por granos los que, luego de ser transformados, son exportados por YPF como harinas y aceites.

Dada la extensión de las actividades agroindustriales de Vicentin, en este artículo se intentará analizar exclusivamente las perspectivas del sector de acopio, procesamiento y exportación de granos y subproductos, que sería el que mayor interés le genera al gobierno en términos de funcionamiento de empresa testigo.

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El negocio comienza en lo que se denomina originación, que es conseguir que los productores vendan y entreguen granos a acopios locales que, junto con una extensa red de agentes comerciales, actúan recibiendo productos para los exportadores.

Cuando un productor entrega granos al acopio lo puede hacer en varias modalidades; venta al contado, en cumplimiento de un contrato previo de venta a precio prefijado (llamado forward) o entregar sin precio (modalidad precio a fijar). Estas últimas dos modalidades, muy extendidas entre los productores, permiten que el acopio funcione, en alguna medida, como una caja de ahorro de la que se retira dinero que se va compensando contra pequeñas ventas. De la misma manera que un banco mantiene además de sus encajes obligatorios, los encajes técnicos en función del comportamiento de sus clientes, los grandes exportadores operan de manera similar. Dado que alrededor de entre 40 y 50 % de la cosecha se entrega bajo alguna de estas dos modalidades, el capital de giro que potencialmente esto proporciona a los exportadores es significativo.

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Cuando el productor entrega y vende en el mercado disponible, obviamente el riesgo de crédito es mínimo parta ambas partes.

La modalidad ¨forward¨ implica que está prefijado el precio, pero no el momento de pago (dentro de un determinado periodo de tiempo previamente combinado), que depende, generalmente, de las necesidades financieras de los productores y que, en la práctica, implica que el productor le otorga un significativo crédito al comercializador (y este, a su vez incurre en el riesgo de incumplimiento por parte del productor, por ejemplo, por granizo o sequía).

La modalidad ¨a fijar¨ presupone la posibilidad de definir la venta en cualquier momento con condiciones similares al punto anterior para liquidar la operación.

Vale la pena mencionar que, en el momento en que el productor decide fijar un precio por sus ventas futuras o de contado, el exportador debe registrar el precio de venta ante la autoridad competente y depositar el impuesto de Exportación (con el consiguiente costo financiero) lo que implica, en muchas oportunidades, adelantar el pago de dicho impuesto un periodo que puede llegar a superar los 12 meses. En el caso de la soja hablamos del 33% del valor FAS de la posición que se vende y en el maíz de 14%. Este costo será trasladado al precio final pagado al productor.

Como comentario adicional, el mayor complejo exportador del mundo de aceite y pellets de soja se formó con un impuesto de 3% a la exportación de soja en grano, el que fue derogado durante la gestión de Macri (que abandonó una política de Estado de más de 30 años) e igualado al impuesto a la de la exportación de granos. La operación de molienda, para ser competitiva, requiere operar a capacidad de producción completa y tiene, en general, márgenes de ganancia mínimos y a veces negativos a igualdad de precio entre exportar grano y subproductos. Dejo a consideración del lector imaginar el impacto en términos de rentabilidad generado por la presencia o ausencia de este diferencial.

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Los exportadores venden a sus clientes internacionales a precios que son transparentes y conocidos por todas las partes, dado que se forman en el mercado de Chicago, lo que debería reducir la capacidad de elusión o evasión fiscal al mínimo, excepto en casos de ineptitud o corrupción por parte de la autoridad de control y supuestamente no deberían incurrir en riesgos de precio o los arbitran contra mercados de futuros (CME).

Ocurrido el embarque, el exportador debe liquidar las divisas de la exportación en un plazo de 15 días, de forma independiente a la fecha en que efectivamente se cobra la exportación, lo que potencialmente implica en un costo financiero que terminara trasladado al precio final productor.

El margen de beneficios (que puede ser positivo o negativo) para el exportador se compone entonces de su eficiencia en logística interna, margen operativo de la operación de molienda, eficiencia en el manejo de la logística de carga y descarga (condición de FAS a FOB), eficiencia y competitividad en la contratación de fletes marítimos y los resultados financieros obtenidos por la mesa de trading y financiera. La integración en originación (poseer acopios propios), que genera su propio margen operativo, puede o no ser un buen negocio dependiendo del financiamiento disponible, su costo y la legislación impositiva asociada a inversiones en activos fijos.

Dada esta descripción se pueden obtener, de manera rápida, algunas conclusiones:

  • La confianza es un elemento clave para se concrete el proceso de entrega de mercadería y que las partes se financien mutuamente.

  • Es necesario contar con un significativo capital de giro para poder bancar el costo del adelantamiento de pago de las retenciones, las garantías por márgenes en mercados de futuros y, actualmente, la liquidación anticipada de divisas por exportación. Vale la pena hacer notar que la tasa de interés que se paga por el financiamiento será determinante de las condiciones de competitividad de cada exportador.

  • La eficiencia y agilidad en la logística tanto interna como de exportación requieren de un equipo muy integrado y experto (y normalmente muy bien remunerado) en negociaciones nacionales e internacionales de fletes.

  • La mesa de operaciones debe contar con ¨traders¨ muy avezados, pero con mecanismos de control de riesgo muy estrictos para evitar quedar en posiciones abiertas en mercados tan volátiles como los de commodities

​LR/MC