El ministro de Economía, Martín Guzmán, recibió en el Palacio de Hacienda el viernes al filo del atardecer al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y al secretario de Comercio, Roberto Feletti.
En la reunión, de la que también participó el secretario de Política Económica, Fernando Morra, los funcionarios trabajaron en el diseño de políticas de acuerdos de precios para el año 2022. Y le comunicaron al solitario Feletti que ya elaboran borradores que trabajarán con el sector privado con el objetivo de bajar la inflación.
Fuentes del Palacio de Hacienda confirmaron que se está trabajando en el diseño de políticas de acuerdos de precios para 2022 y que estos acuerdos serán importantes para anclar la inflación y para atacar el componente de inercia en el proceso inflacionario.
En el equipo económico esperan que el año próximo haya una mejor articulación público/privado en materia de precios cuando la mayoría de las consultoras privadas ya anticipan que los precios subirían más que este año. Para fines de 2021, en el escenario más optimista el piso anual será cercano al 50% con el consecuente impacto que eso tendrá en los alimentos más básicos y en el inevitable incremento de la pobreza.
“Los acuerdos constituyen un elemento que complementa un esquema de política macroeconómica consistente para atacar el problema de la inflación”, explicaron los mismos voceros, quienes rápidamente se ocuparon de aclarar que este tipo de discusiones “están incluidas” en las negociaciones con el FMI.
La aclaración ocurre cuando una misión técnica de funcionarios del Palacio de Hacienda y del Banco Central viajaron a Washington para reunirse con pares del organismo internacional de crédito. No subieron al avión ni Guzmán ni el timonel del BCRA, Miguel Pesce.
Desde el entorno del ministro se ocuparon de puntualizar que “Guzmán está con una pata en la negociación con el FMI y otra en la economía real”. En su equipo están “agrandados”.
El ministro cerró una semana a toda marcha, como hacía tiempo que no lo hacía. El viernes ya había comenzado el día con un espaldarazo presidencial fuerte. Alberto Fernández, lo había invitado a almorzar en la Casa Rosada donde también sumó, entre otros, al titular de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Ambos ministros “albertistas” venían conteniendo las presiones que un sector de la coalición gobernante deposita sobre ellos. Fue fuerte antes de las elecciones, aunque luego de los resultados en las urnas la cosa cambió y ahora sacan pecho.
Esta no fue la mejor semana para Feletti quien perdió a su alfil estratégico
En definitiva, el tándem Guzmán-Kulfas tuvo una semana de brillo hacia adentro de las internas del gabinete. Por ejemplo, el propio Guzmán, criticado fuertemente por no haber acertado ni una sola proyección sobre inflación 2021, el viernes hasta se dio el gusto de jugar de local. Convocó al secretario de Comercio, Roberto Feletti, para dar una fuerte mensaje político contra el congelamiento de precios.
Más allá de la semántica, queda clarísimo que un acuerdo de precios no es sinónimo de congelamiento de precios, como promueve Feletti (el “Capitán Frío”). En Comercio estaban tan seguros de su plan que incluso el secretario fogoneaba la posibilidad de prorrogar más allá del 7 de enero 2022 el programa de congelamiento de distintos productos, no solo alimentos.
Si bien hoy rige ese programa, tras la reunión del viernes pareciera derretirse la posibilidad de extenderlo.
Es que, además, su efectividad para encorsetar la inflación quedó en duda dados los resultados que tendría la inflación de noviembre y, sobre todo, mirando al calentísimo diciembre que está en curso.
Las consultoras estimaron que la inflación de noviembre alcanzó el 3,1% de acuerdo al Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que realiza todos los meses entre los referentes más influyentes del mercado el Banco Central.
A contrapelo del tándem Guzmán-Kulfas, a Feletti esta semana le tocó perder un alfil de fuste para su gestión. Su mano derecha, Débora Giorgi, debió irse a su casa y en el gabinete económico insisten en que fue una decisión exclusiva del Presidente. Como no había sido designada entonces no fue necesario que la hoy ex funcionaria presentara su renuncia. Lo cierto es que por esas cosas del destino le tocó al mismísimo Kulfas comunicárselo a Giorgi. Justo Kulfas, quien la semana anterior le había marcado la cancha al “Capitán Frío” porque avaló una suba en las retenciones para la exportación de carne cuando el Gobierno había convocado a los productores para frenar la suba del ganado en pie.
También en esa ocasión le había tocado a Kulfas aclarar que no había nada de eso y cuestionó los dichos del “Capitán Frío”, a quien había acusado de tener “una actitud que no es la indicada”.