El imperio del empresario Cristóbal López no deja de crecer, pero a fuerza de compañías poco atractivas. A la larga lista de firmas que hoy forman parte de Grupo Indalo, unas 28 pertenecientes a diferentes sectores, se sumó esta semana Generali Argentina, hasta entonces propiedad de la italiana Assicurazioni Generali, firma que controla La Caja de Ahorro y Seguro.
Ayer, apenas dos días después de que trascendiera la adquisición del 100% del paquete accionario, la calificadora de riesgo Moody’s decidió reducir fuertemente su evaluación sobre la empresa.
Se redujeron “las calificaciones de fortaleza financiera a escala global, moneda local y escala nacional de Generali Argentina Compañía de Seguros SA”, detalla el comunicado de la agencia, que argumenta que el cambio está vinculado a la noticia de la compra y que, si bien la operación está sujeta a la autorización del ente regulador del sector, aun si no se concretara la compra, se le quitan a la firma los beneficios que eran en realidad una extensión de la empresa italiana.
“Sin importar quién realiza la compra, creemos que es una empresa que transferirá antes del traspaso cerca del 50% de su volumen de negocios, por lo que tendrá una fuerte reducción de su volumen de negocios”, explicó Diego Nemirovsky, de Moody’s, y aclaró que la baja de cinco escalones llevó a la aseguradora de ostentar una nota por encima del promedio del mercado a quedar por debajo del mismo.
En Indalo aseguran que Cristóbal López “compró para hacer sinergia con el banco y los medios”, en referencia la adquisición de Finansur en mayo pasado. López viene de comprar La Salamadra, que debió cerrar, también la autopartista Paraná Metal, que adquirió en 2009 y también agoniza: en octubre se enviaron 180 telegramas de despido.
