Una forma de medir cómo ha ido evolucionando el nivel de cuestionamiento de los empresarios a la Casa Rosada a lo largo de los años es mediante el análisis de la lista de los “oradores estrella” de cada Coloquio de IDEA que suelen abrir el evento en la primera noche y marcan de alguna manera el clima que se vive debajo del escenario.
Al menos durante este último mandato de Cristina Kirchner, la nómina estuvo integrada por verdaderos “invitados-crítica”, que con su sola presencia revelan hasta dónde los ejecutivos quisieron levantar la voz contra una gestión con la que muchas veces necesitaron hacer como que no pasaba nada, mientras que en off the record hablaban pestes.
En 2012, el “progresismo de mercado” de Lula Da Silva: no había pasado un año desde que la Presidenta había sido reelecta con el 54% de los votos. Si bien ya había críticas al primer año del cepo al dólar, no había espacio para confrontar abiertamente con una administración que iba a estar tres años más.
El ex mandatario brasileño le daba una relevancia internacional al meeting, que obtuvo gran convocatoria, al mismo tiempo que les permitía a los hombres de negocios mostrar cómo un hombre sin educación universitaria e ícono de la izquierda había logrado una gestión elogiada por el establishment.
En 2013 fue el turno del “institucionalismo primermundista” de Jim Robinson: los organizadores trajeron al autor, junto a Daron Acemoglu, de Por qué fracasan los países, algo así como la Rayuela de los CEO, que explica que sin instituciones fuertes no hay desarrollo posible.
Así, con el Boudougate en auge, los ejecutivos locales podían tirar dardos elípticos al Gobierno desde el resguardo de la academia. Sólo algunos se miraban de reojo aquel año cuando hablaba Robinson: ese mismo libro alaba al empresario innovador –que ejemplifica con Bill Gates, creador de Microsoft– y defenestra al que se especializa en conseguir mercados cautivos, que simboliza con el ejemplo de Carlos Slim, dueño de Claro.
Este año, tuvo lugar el “liberalismo liso y llano” de Hernando De Soto: a 14 meses del cambio de gobierno, los empresarios parecieran haberse soltado en la crítica, a tal punto que no tuvieron pruritos en convocar como invitado estrella nada menos que a este economista peruano, ex asesor de Alberto Fujimori.
Actualmente consejero de treinta mandatarios, presidente de la Institución para la Libertad y el Desarrollo, y elogiado por el Cato Institute, señaló que la informalidad se combate creando empresas y cerró su discurso el miércoles con una frase contundente: “Hay que volver a hacer de la palabra capitalismo una palabra amiga”.