La pelea con la Shell por la suba en los precios de las naftas está a la orden del día. Ahora fue el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, el que atacó a la petrolera extranjera y acusó a su presidente, Juan Aranguren, de buscar "dolarizar" el precio de los combustibles en el país, y de "añorar el modelo neoliberal".
"Aranguren sigue pensando que la rentabilidad de los combustibles que produce en Argentina en pesos, con salarios e insumos en pesos, debe estar dolarizada, como si los vendiera en el mercado global y no a los consumidores argentinos", se quejó el funcionario.
En un comunicado, De Vido confesó que "de ninguna manera" lo sorprende la actitud del titular de Shell, porque "hace pocos meses ya había señalado que iba a esperar a que cambie el Gobierno para decidir si hace inversiones”. Pero, añadió, “no explicó qué política quería ni tampoco si era una postura personal como empleado jerárquico de la compañía, o una directiva de sus superiores en el Reino Unido".
"Aún teniendo la concesión de yacimientos con enorme potencial, como Cruz Lorena, Sierras Blancas y Aguila Mora, que le permitirían abastecer con petróleo propio su refinería con la consiguiente mejora en la competitividad de costos en los precios de los combustibles, Shell informa públicamente que posterga estas inversiones porque no le gusta el Gobierno", evaluó.
Según el ministro, la decisión de Shell de aumentar desde ayer un 12 por ciento el precio de los combustibles, "muestra una vez que su única estrategia es añorar la vuelta al modelo neoliberal de energía dolarizada, que llevó al país a la mayor crisis de su historia con 54 por ciento de pobreza y dos dígitos de desocupación, mientras que varias compañías multinacionales, entre ellas esta empresa, obtuvieron fabulosas ganancias".
Y agregó: “Las medidas que siempre propicia Shell es dolarizarle los precios de los combustibles a los argentinos, mediante excusas de costos sin ningún asidero, dado que tiene los activos completamente amortizados".
Consideró, además, que "en todos los episodios que colocaron al abastecimiento de combustibles en una situación crítica desde 2003, han tenido como común denominador a Aranguren y a la empresa que él preside".
Por último, De Vido indicó: "Con la misma firmeza que tuvo Néstor Kirchner ante cada acción de desabastecimiento emprendida por Aranguren, para no dejar que nos impongan precios dolarizados, la Presidenta tampoco permitirá que los intereses inconfesables que se esconden agazapados en las actitudes contrarias al interés general lleven al país a un nuevo ciclo de desocupación y exclusión".