Después de que fracasara una oferta de los bancos locales encabezada por Adeba, la posibilidad de un acuerdo entre privados se centró en una negociación encabezada por el JP Mogan, según trascendió a través del Wall Street Journal, junto con el Citibank y el HSBC. Ayer hubo señales cruzadas sobre la viabilidad de ese plan.
Tanto desde el JP Morgan como en el Citi optaron por la salida del “sin comentarios”. La negociación estaría basada en la posibilidad de comprar la deuda en litigio del fondo buitre Elliott Management –unos US$ 1.600 millones con los intereses actualizados y las partes del resto de los demandantes– y zanjar así el problema del “no cobro” de los bonistas que entraron a los canjes del 2005 y 2010 al comprar el juicio. Los bancos de inversión pasarían así a pedirle al juez que restablezca los pagos y aceptarían que el Estado argentino les pagara a partir de enero, una vez vencida la cláusula RUFO.
El mercado ayer se mantuvo en tónica alcista bajo la creencia de que continúa la negociación. El hecho de que los bonos sigan cotizando en dólares arriba de los 80 centavos demuestra que no se trató de un “default” con todas las letras. Y esa cotización lleva a los analistas a pensar de que hay “un acuerdo en proceso”.
Sin embargo, el hecho de que se dispararan los pagos de los crédit default swaps (CDS), seguros contra la falta de pago de los bonos argentinos, para algunos analistas implica el fin del posible acuerdo con el JP Morgan. Para otros, abre una ventana de presión para favorecer una venta.
Entre los 15 miembros del comité de la International Swaps & Derivatives Association que votaron si la situación de los títulos argentinos podía encuadrarse en un default, estaban los mismos que llevaban adelante la negociación privada: el JP Morgan Chase y el Citibank.
“Sin que se dispararan los credit default swaps la negociación podía implicar que tenía muchos CDS y los tenían que pagar, por lo que les convenía que se revalorizaran los títulos”, explicó el economista de la Gran Makro Agustín D’Attellis. El JP Morgan, según explican en el mercado, es el principal emisor de seguros contra default. Pero ahora que los mismos bancos decidieron que se gatillaran los cobros –el JP Morgan votó a favor, igual que Elliott Management, el fondo que litiga contra la Argentina–, “¿para qué comprar el riesgo del juicio y una eventual quita?”, se preguntó el economista. Otra interpretación es que la reunión de comité de ayer no puso en los títulos en default sino dentro de un plazo de sesenta días en que se puede entrar en ese cuadro, lo que mejora las posibilidades de una negociación entre privados.