Un duro informe de la calificadora Standard & Poor´s (S&P) al que tuvo acceso perfil.com dejó en evidencia uno de los primeros desafíos que deberá afrontar el futuro gobierno de la reciente presidenta electa, Cristina Fernández de Kirchner: la crisis energética.
El trabajo publicado en el sitio web de la consultora recuerda lo frágil de la infraestructura eléctrica del país por la falta de inversiones, un día después de confirmarse el triunfo de la Primera Dama como futura jefa de Estado, en una inédita sucesión marital-presidencial, y a menos de dos meses del inicio del verano, estación donde el consumo de energía se eleva por encima del nivel medio.
En el estudio S&P destaca que "la espera un sector eléctrico con muy bajas reservas de capacidad en los próximos dos o tres años y altamente expuesto a la evolución del nivel de actividad económica, como también a las temperaturas y al nivel de lluvias y nevadas".
El análisis asegura que "la demanda nacional de energía creció de modo extraordinario" desde la asunción del presidente Néstor Kirchner a mediados de 2003, "impulsada por la fuerte recuperación económica argentina".
Sin embargo, la firma internacional advierte que "la oferta no acompañó ese crecimiento, debido en parte a los bajos incentivos que tuvo el sector privado para invertir en nueva capacidad y también a la débil situación financiera de las compañías del sector luego de la pesificación y el congelamiento de tarifas en enero de 2002", agregó.
El principio "más crecimiento, menos energía" que explica las dificultades actuales del sector, no es ajeno a la administración Kirchner, a pesar de las reiteradas celebraciones por lograr un desarrollo económico anual superior al 8 por ciento. El propio Presidente aseguró meses atrás que "hay que terminar con la mezquindad y egoísmo de no reconocer que el problema de la energía es el crecimiento”.
Pero hay otro motivo aclara el panorama energético. S&P explica que los bajos incentivos en materia de inversiones resultan de los bajos precios y tarifas, y de la elevada incertidumbre política y regulatoria. "Por ejemplo, el precio por MWh que reciben las compañías generadoras en la Argentina ronda los u$s 20/25, comparado con u$s 80/90 en Chile y u$s 60/70 en Brasil", destacó el reporte.
"Además, el costo de financiar una inversión en Argentina es bastante mayor que en Chile y Brasil debido a los mayores riesgos inherentes a la economía local", agregó.
Según la calificadora, existen nuevos jugadores que compraron activos en el sector generación a precios relativamente bajos en los últimos años y que están analizando nuevas inversiones con el fin de comercializar la nueva electricidad a grandes clientes, bajo el programa Energía Plus, a precios sustancialmente mayores a los u$s 20/25 actuales en el mercado spot.
Fuente: DyN