La intensidad que tome la dinámica del default selectivo parece ser clave para medir el deterioro de la situación económica y lo que pueda pasar con el dólar. A pesar de que la City y los mercados internacionales todavía confían en un acuerdo, ya no queda tan claro qué puede pasar el año que viene, indicaron diversos economistas consultados por PERFIL.
El Gobierno se siente cómodo con el default –argumentan los economistas– y con la imagen positiva que le generó plantarse frente a los buitres. Y ante la imposibilidad de reactivar la economía, utilizaría este rédito de cara a las elecciones de 2015. “Puede que elijan ese beneficio político en vez de la racionalidad económica”, explica Luciano Cohan, de Elypsis.
El economista Matías Tombolini insiste en que hay señales políticas que muestran que la falta de acuerdo tras la sentencia de juez Griesa no tiene que ver con esperar a enero para que se desactive la cláusula RUFO, sino con una decisión tomada de no pagarles a los fondos buitre. “La imagen de la Presidenta denunciando por televisión de ‘terrorismo’ a la imprenta Donnelley es una de ellas”, dice.
Pero ésta no es la única pista. La caída definitiva del posible acuerdo con instituciones financieras locales e internacionales para que “compren” la deuda de los buitres también alimenta esta hipótesis. “Los bancos no aceptaron seguir con la negociación porque no recibieron la señal del Gobierno”, asegura Alejandro Rodríguez, director de Economía de la Ucema. “Y esa señal nunca llegó porque lo más probable es que el Gobierno no esté interesado en cerrar esta deuda”.
Francisco Gismondi, de Empiria, afirma que el Gobierno suele esperar momentos de debilidad para tomar decisiones. “Cuando ven el precipicio, toman medidas”, destaca. “Si la economía empeora mucho de aquí a fin de año y se llega a enero con pocas reservas, una inflación más cerca de 50% y la brecha del blue con el oficial se dispara a 70%, a lo mejor ahí, asustados, usan la excusa de la RUFO y finalmente pagan”, apuntó. En igual sentido, el último informe del estudio Bein indica: “Aparece un riesgo no menor, relacionado con el bajo impacto sobre la economía que lleve al Gobierno a interpretar erróneamente que los costos de un default son bajos y los lleve a pisar el palito de la malvinización a largo plazo”.
CFK: “No quieren arreglar”
La presidenta Cristina Kirchner insistió ayer a través de la red social Facebook en que “el gran tema de los fondos buitre es que no quieren arreglar”. La mandataria se preguntó: “¿Solamente por avaricia y codicia? No, no solamente por avaricia y codicia, sino también por una decisión política y geopolítica de querer volver a endeudar a la Argentina, y tirar abajo, de cualquier modo, la reestructuración de deuda soberana”. Tras caerse en forma definitiva el acuerdo entre privados que habían encabezado bancos del exterior, fuentes del sector financiero señalaron que “la falta de una declaración oficial de una clara voluntad de pago en enero que termine con el conflicto desalienta nuevas propuestas de privados para comprar el juicio”.
También recordaron que, independientemente de la cifra que ofrezcan pagar a los fondos buitre, “la pregunta es si al final del camino el Gobierno estará dispuesto a absorber los títulos que hoy se compren, o a qué precio podría hacerlo”