Los argentinos comienzan a mostrar ciertas dudas y temores acerca del Uruguay como refugio tradicional para sus ahorros. La baja en los depósitos de argentinos y el menor interés de invertir en propiedades en Uruguay puede tener que ver con el Tratado de Reciprocidad de Intercambio Fiscal suscripto entre ambos países, como también con la fuerte competencia de otros destinos para inversores en el exterior, como Miami.
En junio, los depósitos de no residentes alcanzaron una cifra histórica de US$ 3.813 millones, tras lo cual se produjo la baja del 0,4% el mes pasado. Igualmente, acumulan, en lo que va de este año, una mejora del orden del 10% con relación al mismo período de 2012.
Uno de los hechos que impactó en los depósitos es la investigación que inició el juez Norberto Oyarbide sobre las transferencias de algunos jugadores de fútbol y que abarcó al Royal Bank of Canada (RBC), entidad supuestamente involucrada en maniobras de delito fiscal, que anunció que deja sus oficinas de Uruguay, ubicadas en una zona franca, muy cerca del centro de Montevideo.
Pero la mayor preocupación pasa ahora por el lado de la construcción y el sector inmobiliario. “Allí sí quizás pueda observarse un cambio de conducta de los argentinos”, señaló Mercedes Comas, de PricewaterhouseCoopers, sobre la retracción de los inversores de Argentina en la plaza local. Según las últimas cifras de la Cámara de la Construcción del Uruguay, esta actividad tendrá un retroceso en este año del orden del 8,3% y se perderán alrededor de 6.000 puestos de trabajo. Es más, según datos de la Cámara Inmobliaria del Uruguay, la venta de propiedades a los argentinos en el departamento de Maldonado ha caído en el transcurso de este año más de un 20%. Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte, indicó que el mercado uruguayo muestra signos de “desaceleración”, en parte, por el cepo argentino.