La creciente presión inflacionaria en Argentina está afectando directamente el poder adquisitivo de los ciudadanos. Según la Encuesta de Financiamientos y Medios de Pago (EFyMP) realizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Ministerio de Economía argentino, más de la mitad de los hogares argentinos optaron por financiarse para adquirir comida y medicamentos.
El estudio revela que el 64% del financiamiento solicitado por los hogares argentinos entre octubre y noviembre de 2022 se destinó a cubrir gastos en comida y medicamentos. En lugar de estar asociados a la adquisición de bienes duraderos, en ese sentido y según el documento, los gastos de los argentinos se orientan hacia necesidades básicas.
El informe destaca que el 63,8% de los hogares utiliza el crédito o préstamo solicitado para costear gastos en comida y salud, especialmente en medicamentos.
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En cuanto a la disparidad de género, el informe señala que el 60% de las familias encabezadas por mujeres ha recurrido a financiamiento, en comparación con el 50% de las familias encabezadas por hombres.
Esta diferencia se explica en gran medida por la alta incidencia de la informalidad laboral en los hogares liderados por mujeres. El 69,2% de las trabajadoras informales ha solicitado algún tipo de financiamiento, en contraste con el 49,4% de aquellas con empleo formal.
La situación se agrava para los hogares encabezados por mujeres con responsabilidades de cuidado de niños, niñas y adolescentes, ya que enfrentan una elevada vulnerabilidad financiera. El 72,6% de estos hogares destina el financiamiento a la compra de comida y medicamentos.
Además, 7 de cada 10 hogares con estas características tienen atrasos en los pagos de deudas o servicios, y casi la mitad destina todos sus ingresos para hacer frente a sus deudas o considera que sus ingresos son insuficientes.
Con relación a la formalidad laboral, el informe destaca que los hogares sostenidos por trabajadores formales solicitan menos financiamiento en comparación con los hogares con trabajadores informales. La brecha entre ambos grupos es de 17,6 puntos porcentuales, con un 46,1% de los trabajadores formales solicitando financiamiento en el último mes, mientras que entre los trabajadores informales esta cifra asciende al 63,7%.
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En resumen, el estudio muestra cómo la presión inflacionaria ha llevado a una creciente necesidad de financiamiento en los hogares argentinos, especialmente para cubrir necesidades básicas como comida y medicamentos.
SE / LR
