La salida de Cristina Kirchner del poder dejará un universo heterogéneo de empresarios que tuvieron su “década ganada” desde 2003 hasta la fecha. Aunque un sinfín de empresas de distintos rubros multiplicaron sus ganancias al calor de varios años de crecimiento económico al menos desde 2003 hasta 2011, hay tres íconos del éxito asociado a su llegada a la familia presidencial, con realidades diferentes una vez que no haya más un Kirchner en Balcarce 50.
Puente chino. Electroingeniería, una firma cordobesa de ingeniería reconocida en la provincia mediterránea, vio crecer su facturación en la última década y encontró su “puente de oro” tras ganar junto a capitales chinos la construcción de las represas Kirchner-Cepernic en Santa Cruz, por más de US$ 4 mil millones. Uno de sus socios, Gerardo Ferreyra, es amigo del hoy candidato a vicepresidente de Daniel Scioli, Carlos Zannini, por lo que un triunfo del Frente para la Victoria podría estirar su buena estrella. En diálogo con la agencia china Xinhua, ya adelantó que hay margen para construir más de diez represas en el país.
Buenas noches, América. Cristóbal López, el amigo de Néstor Kirchner que tuvo una firma de servicios petroleros, eligió el camino de la diversificación: hoy tiene una petrolera, radios y canales de TV, y hasta la productora que emplea al mayor showman del país, Marcelo Tinelli, todo bajo el paraguas del Grupo Indalo. Y esto sin nombrar su imperio, Casino Club, en el negocio del juego.
Fecha de vencimiento. Lázaro Báez, con Austral Construcciones, parece tener un peor horizonte: muy atado a la suerte de CFK y con causas de lavado, se abre a lo incierto.
