Con una audiencia a la que dejar referencias a la herencia y errores del pasado, la comitiva argentina en España encabezada por el presidente Mauricio Macri buscó exorcizar el fantasma de la nacionalización de las acciones de Repsol en YPF –por la que la empresa española recibió 5 mil millones de euros– y zanjar las dudas sobre la ‘previsibilidad’ de la Argentina y la seguridad jurídica en una nueva danza para invocar a la lluvia de inversiones.
Y además de tentar a los interesados en sectores como energía, infraestructura y agroindustria, también buscó conciliar posiciones con Telefónica y desactivar la amenaza de la empresa de telecomunicaciones que estudia recurrir al Ciadi por la concesión de operaciones 4G al grupo Clarín sin costo. Telefónica argumenta un trato discriminatorio ya que pagó US$ 427 millones por operar en esa banda.
Durante tres días, Macri estuvo acompañado por empresarios como Alejandro Bulgheroni, el titular de la UIA, Adrián Kaufmann Brea e incluso sindicalistas como Guillermo Pereyra, quien firmó el primer convenio laboral sui generis para las operaciones en Vaca Muerta y que Trabajo busca extender a otros sectores, el Presidente pidió a los potenciales inversores españoles que “contagien” a sus pares y a las pyme para que desembarquen en el país. Las empresas españolas avalaron las medidas de Macri, pero reclamaron más para atraer a los inversores. Parte de esas demandas buscaron ser respondidas con varios acuerdos marco de cooperación desde el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), que monitorea los negocios de las multis españolas.
Del otro lado, el presidente de centroderecha del gobierno español, Mariano Rajoy, consideró que Macri “ha sabido transmitir que sin esfuerzo, sin libertad de empresa, sin seguridad jurídica y sin equidad no hay crecimiento económico sostenible”. Lo que Macri recibió del gobierno español fue un espaldarazo de que su gestión está “en el camino correcto”, según el ministro de Economía, Luis de Guindos. “Argentina verá su flujo de inversión incrementado”, pronosticó Guindos. En lo comercial, la apuesta volvió a girar sobre el acuerdo UE-Mercosur y un mensaje de apertura frente a los “fenómenos proteccionistas” que detalló Macri.
También la canciller Susana Malcorra enfatizó las diferencias con la gestión anterior en su exposición de ayer en el foro “Invertir en la Argentina” organizado por Prisa, el grupo dueño del diario El País: “Hemos recorrido el camino del nacionalismo, el proteccionismo y el populismo y sabemos que no funciona”.
Foro. En el foro de Prisa, El vicepresidente de Abertis (uno de los espónsores del evento), Francisco Reynés, reclamó colaboración público-privada, seguridad jurídica, estabilidad de largo plazo y “establecer un regulador independiente para asegurar el cumplimiento de los contratos”. Abertis es accionista del Grupo Concesionario del Oeste y presentó en diciembre de 2015 una demanda contra la Argentina en el Ciadi por las tarifas de peaje. El viernes, antes de viajar a España, el Gobierno habilitó una suba. El año pasado, Guillermo Dietrich intentó desactivar en Madrid ese reclamo con la promesa de nuevas rutas para operar.
Para Reynes, el mayor problema de los contratos público-privados es que la población no está dispuesta a pagar “ni las autopistas ni nada” y que existe “una conciencia de que las cosas deben ser gratis. Se pagan impuestos para que esas colaboraciones público-privadas salgan adelante y haya más inversores. Los funcionarios argentinos también se reunieron con la CEOE, la confederación empresaria que preside Juan Rosell, un promotor de reformas de convenios laborales y, en las últimas semanas, también de elevar la edad jubilatoria.
Comunicados. En paralelo, Macri buscó calmar a Telefónica. Un día después de que el Gobierno le asignara en forma gratuita espectro 4G a la compañía Nextel, del Grupo Clarín, el flamante cuarto operador que competirá con la firma, el presidente Macri se reunió ayer con el CEO global de la compañía española, José María Alvarez-Pallete. El encuentro, que ambas partes definieron como “cordial” y sin más datos de que “seguirán las conversaciones”, fue un intento oficial de bajar el enojo en la compañía, que amenaza con ir al Ciadi como la avala el tratado bilateral de inversiones.
“Estamos en conversaciones con el gobierno argentino y confiamos en que llegaremos a un acuerdo”, se había limitado a decir el ejecutivo el jueves. “Están muy cabreados”, dijo desde Madrid un ejecutivo al tanto de las negociaciones, que apostaba que más temprano que tarde habrá una demanda. Final abierto.