Advirtieron, amenazaron y ahora perdieron la paciencia. El Fondo Monetario Internacional anunciaría hoy que le baja la calificación a la Argentina y, en octubre, en su informe anual, daría a conocer la determinación de dejar de usar los índices del INDEC para medir la situación de la economía nacional, según pudo saber Perfil.com.
Así, el FMI –dirigido por Dominique Strauss Kahn- se suma a la larga lista de calificadoras de riesgo internacionales que en los últimos meses le bajaron la nota a la Argentina. Los motivos son varios, pero la falta de credibilidad del INDEC está siempre primero en la lista.
¿Qué implica para el país? Que el pago de la deuda al Club de París, que la semana pasada fue elogiado por los gobiernos de varios países, no hizo demasiado por la situación del acceso al crédito de la Argentina. Por ahora, el Gobierno deberá seguir pidiéndole prestado al venezolano Hugo Chávez, a tasas astronómicas.
Y en concreto, implica que los bonistas que compraron títulos ajustables a tasa CER (que se determina a partir del dato de la inflación)podrán iniciar demandas contra el Estado argentino. Otro punto que no le va a hacer nada bien al crédito argentino.
No se puede decir, sin embargo, que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no estuviera advertido. La intención de condenar la manipulación de las estadísticas del INDEC existe desde 2007 pero las autoridades argentinas habían conseguido suspender la resolución mediante la promesa de lanzar un nuevo y más creíble índice de precios al consumidor (IPC). Sin embargo, y al ver que con la “renovación” la situación no mejoró, el organismo internacional “perdió la paciencia”, indicó una fuente calificada dos meses atrás.
El FMI se suma así a otras calificadoras de riesgo internacionales que en los últimos meses dijeron basta. A mediados de agosto Moody’s redujo la perspectiva de la deuda pública argentina de “positiva” a “estable”.
“La inflación está exacerbando las tensiones políticas y la falta de credibilidad en las cifras oficiales aumentan las dudas sobre la capacidad y la voluntad del Gobierno en pagar sus deudas”, le dijo entonces el vicepresidente de Moody´s, Gabriel Torres, al Diario Perfil.
No era el primero. Algunos días antes, a principios de agosto, la calificadora Standard & Poor´s le había bajado la nota a la Argentina de B+ a B, dejando al país al mismo nivel que Paraguay, Jamaica y muy por debajo de Brasil y Perú. La decisión reflejaba la falta de confianza en los bonos argentinos y en la economía del país.
Pese a que en el 2006 el país había escalado tres posiciones en la tabla de S&P, la tendencia comenzó a cambiar en abril de esta año. En ese momento, la calificadora revisó sus perspectivas respecto de la deuda argentina y bajó la nota de “estable” a negativa”.