Nunca fue secreto, ni siquiera uno a voces. En los últimos años el Gobierno intentó fijar una pauta salarial que llegó a aspirar al 18% en un intento de cortar con lo que economistas como Aldo Ferrer definen como la “inflación inercial”, una rueda entre los precios y salarios que habitualmente se corta por lo más delgado.
El combo de menores aumentos salariales y tipo de cambio planchado apunta a contener la evolución de los precios. El Gobierno resigna así subas en un año electoral para los sectores que estuvieron protegidos durante sus 12 años de gestión por las paritarias, que hasta 2006 le ganaron con comodidad a la inflación y comenzaron a perder poder adquisitivo real en 2013. Del otro lado, Economía apunta a mantener a raya la inflación, que según el secretario de Comercio, Augusto Costa, se mantendrá por debajo de 20% este año, con un crecimiento de la inflación oficial por debajo del 2% mensual. De esta forma, el intento es salvaguardar a los sectores de menores ingresos, a los que se dirige el gasto que sale de las arcas públicas, para no tener que volver a incrementar partidas que profundizan el déficit fiscal. Según cálculos privados está por arriba del 5% del PBI si se tiene en cuenta el financiamiento intraestatal.
Sin embargo, algunos economistas advierten que la inflación podría acelerarse pasadas las elecciones por las expectativas, un factor que los gremialistas tienen en cuenta a la hora de reclamar el aumento salarial para este año.
“Los empresarios están amenazando con la remarcación, por eso el Gobierno está operando a favor de las grandes empresas con el techo del 25%. A esa pauta la puso hace dos meses (Héctor) Méndez”, el presidente de la Unión Industrial Argentina, según analizó el diputado nacional y referente de la CTA, Claudio Lozano. “El problema es que proyecta la inflación actual y no contempla la recomposición de lo perdido el año pasado”, agregó.
Para Costa, habrá controles a las subas de precios post paritarias.
Agis, del vino al champagne
“Reivindico a las familias que usan parte de los planes sociales para poner un vino en su mesa porque muchos empresarios aprovechan los subsidios para comprar champán”. De esta manera, el vicejefe del Palacio de Hacienda, Emmanuel Alvarez Agis, defendió la intervención del Estado en el mercado para favorecer a los que menos tienen. Y explicó que la inclusión social genera crecimiento: “Gracias a políticas públicas como la Asignación Universal por Hijo y la ampliación de la cobertura jubilatoria, el país creció a un ritmo del 4,4% anual promedio entre 2010 y 2014. De lo contrario, lo hubiera hecho sólo a la mitad”.
En el cierre del Congreso sobre Desarrollo Económico con Equidad Social también disertó el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, quien aseguró que el “nivel de desendeudamiento del Gobierno ya encontró un piso”.