El gobierno nacional adelantó la "liberación" del precio de los combustibles, que estaba prevista para el 1° de enero del año próximo. Ahora, a raíz de esta decisión, serán las petroleras las que decidan el siguiente incremento de las naftas, que estaba previsto para el 1° de octubre.
La decisión, comunicada por el Ministerio de Energía a las petroleras, llevaría casi al instante a un incremento del precio de los combustibles. Fue adoptada en función de los términos del Acuerdo de Transición a precios internacionales de la industria hidrocarburífera firmada en enero de este año, que contemplaba la liberación en función de la evolución del valor del barril de petróleo.
Los precios de los combustibles locales venían atados a un acuerdo entre la industria y las provincias, con supervisión del Gobierno nacional. En ese esquema, el sector pactaba importes con revisiones en base a la variación del peso frente al dólar y el precio del barril "criollo", que es el petróleo de producción nacional. A partir del 1° de octubre, ese pacto perdió la obligación de ser aplicado y cada empresa podrá establecer el precio que le parezca convenientes.
El ministro de Energía, Juan José Aranguren, sostuvo ese esquema del "acuerdo de hidrocarburos" pero siempre adelantó que tenía intenciones de modificarlo. Y, en una nota fechada el 22 de septiembre, se comunicó que el cambio se consumaría a partir del 1° de octubre.
"Un aumento de los precios internacionales permitiría la liberación de los precios internos y de ese punto en adelante mantener la paridad con un funcionamiento pleno de la reglas de mercado", dice una nota del ministerio de Energía que blanquea esta situación. "Desde el 13 de septiembre, se ha satisfecho esa condición", informa Energía a las petroleras, abriendo la puerta a la libre competencia.