Con el plazo del juez Thomas Griesa como espada de Damocles sobre el arreglo de deuda, el Gobierno defendió ayer en el Congreso el proyecto con el que busca una autorización por US$ 11.684 millones para pagarles a los fondos buitre y cerrar el capítulo del default.
Según la propuesta, que incluye el acuerdo alcanzado este lunes con NML Capital, de Paul Singer, y los demás fondos duros, el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, emitirá deuda para pagarles a los buitres en efectivo. La colocación de los nuevos títulos se trabaja con grandes bancos como el HSBC, JP Morgan y Citibank y, según detalló el funcionario, la tasa rondará el 7,5%. “Si hacemos las cosas bien, el objetivo es que la Argentina pueda pagar (en futuras emisiones) una tasa del 6%”, aseguró ayer Prat-Gay, que además reconoció que la meta es “ser como Uruguay”, que paga un 4% por tomar deuda en el exterior. Prat-Gay indicó que, con esta adición, el total de deuda pública llegará a US$ 225 mil millones.
Para la emisión, a mediados de abril, se pondrán sobre la mesa tres bonos, a cinco, diez y treinta años, detalló el secretario de Finanzas, Luis Caputo. Tras la larga batalla legal en los juzgados neoyorquinos, las últimas emisiones se hicieron bajo ley argentina. Ahora, sin embargo, volverán a emitir bajo ley de Nueva York. Si bien los funcionarios esquivaron la pregunta ayer –pese a que lo señalaron varios legisladores–, la jurisidicción sería condición del acuerdo con los bancos.
Lo que sí incluirán, para evitar un litigio como el actual, es una cláusula de acción colectiva, muy popular en emisiones de deuda tras las lecciones de Argentina. Así, en caso de reestructuración, si el 75% de los acreedores acepta un canje, el acuerdo se traslada al 100%.
“Vamos a hacer una emisión y vamos a tener demanda”, confió Caputo, que descartó el pago con reservas. El proyecto incluye restablecer al Bank of New York como agente de pago para los tenedores de títulos reestructurados, lo que se logrará con el fin de la ley de pago soberano, según el acuerdo firmado con los holdouts.
El “papelerío” llevará tres o cuatro semanas, mientras se siguen sumando fondos al acuerdo, como anunció ayer el mediador Dan Pollack, con entendimientos por US$ 6,7 millones. En un mes podría estar todo listo para la emisión. “si Dios quiere, si ustedes quieren”, les dijo Prat-Gay a los diputados, que deben dar el visto bueno. Sólo la izquierda aseguró ayer que no aprobará un nuevo endeudamiento, mientras que el kirchnerismo abundó en críticas.
Hacienda le encargó al estudio Cleary Gottlieb Steen & Hamilton un “informe de riesgos” sobre posibles demandas, según reconoció el abogado que asesora a Hacienda, Eugenio Bruno. Por otra parte, el Gobierno confía en que el acuerdo permita eliminar el riesgo de aceleración de la deuda en default. Según Prat-Gay, hay un área donde puede haber litigiosidad.
Un picante cruce de Prat-Gay con Kicillof
“Capitulamos”, sentenció el ex ministro de Economía Axel Kicillof en la reunión de comisiones de Diputados, para quien la quita acordada con los buitres fue “un descuentito”. “Es un 25% sobre la sentencia firme”, se defendió su sucesor en Hacienda, Alfonso Prat-Gay, quien le cuestionó el pago “del 100% de la deuda al Club de París”. “El que que debe estar festejando es (Antonio) Brufau por el pago de la deuda por Repsol”, chicaneó Prat-Gay en respuesta a la estimación de Kicillof del festejo de Paul Singer por el acuerdo con los buitres. El ex ministro sugirió el pago directo, sin intermediarios y sin comisiones para evitar el negocio con los bancos. “Son los mismos bancos que vos contrataste para la última emisión”, le retrucó Prat-Gay.