El gobierno de Cristina Kirchner modificó su estrategia. Tras asegurar que nuestro país no se vería afectado por la crisis financiera mundial, ahora llegó el momento de actuar y de cortar con los discursos. Por eso, el ministro de Economía Carlos Fernández le confirmará al presidente del Club de Paris, Xavier Musca, que la Argentina pagará la deuda con ese organismo sólo cuando se normalice la crisis mundial, y en cuotas. Mientras tanto el jefe de Gabinete, Sergio Massa, conversará mañana con los tres bancos que hicieron la propuesta de canje con los holdouts -el Barclays, el Deutsche Bank y el Citigroup-, para avanzar en el plan.
El ministro Fernández se reunirá con Musca el fin de semana, aprovechando la participación de ambos en la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI). En ese marco le dirá que, si bien seguirán estudiando la forma de pago, esta aún no se concretará. Esto será para no afectar el nivel de reservas monetarias ante el actual escenario.
El decreto se mantiene. La decisión de la Presidenta de pagar la deuda con el Club de París no se detendrá. El ministro del Interior Florencio Randazzo lo confirmó ayer: "Nosotros hemos tomado un compromiso y los compromisos están para cumplirse. De cualquier manera, estamos en la negociación con el Club de París para determinar fehacientemente cuál era la deuda y cómo iba a ser el pago".
Cuándo se pagaría. En este contexto, está prácticamente descartado el pago al organismo en 2008 y toda la operación se extenderá hasta entrado el año próximo, según informó el matutino El Cronista. Dada la inestabilidad financiera que se calcula para ese entonces en nuestro país, en Washington comenzaron las gestiones para barajar una alternativa, que incluiría nuevos préstamos de organismos internacionales.
Néstor está preocupado por el dólar. Ayer el Banco Central debió vender en el mercado U$S 300 millones para mantener el dólar bajo. A pesar de los intentos, la divisa norteamericana subió hasta 3,26 en casas de cambio. Esta noticia preocupó al ex presidente que no quiere regalar las reservas, aunque el equipo de Martín Redrado aseguró que estas no se pierden.