El Indec difundirá mañana la evolución de la actividad económica de marzo y el primer trimestre del año, mostrando un panorama sombrío, con un incremento de la recesión que se arrastra desde hace dos años.
El organismo oficial difundirá mañana las cifras del Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de marzo, el cual arrojaría una caída superior al siete por ciento en forma interanual, lo que dejaría un derrumbe que se situaría entre el 5 y el 7 por ciento en el primer trimestre del año.
De hecho, algunas consultoras ya adelantaron las cifras de la actividad económica de marzo con un abrupto derrumbe, producido en gran medida por la cuarentena decretada ante la expansión de la pandemia del coronavirus en el país.
Tal es el caso de la consultora Orlando Ferreres, la cual advirtió que la economía registró una retracción del 9,5% anual en marzo, acumulando así una contracción de 5,4% para el primer trimestre del año.
El informe de la consultora señala que la medición desestacionalizada observó una merma de 9,1% respecto al mes anterior.
En cuanto a las perspectivas, el informe de Ferreres subraya que “todos los sectores de la economía se vieron golpeados por las medidas sanitarias dispuestas por el gobierno”.
“Entre las actividades más perjudicadas se encuentran la construcción, para la que estimamos una contracción de 31,6% al comparar con el mismo mes del año pasado, el comercio (-10,8%) y la industria manufacturera (-9,9%)”, expresa el informe de la consultora Orlando Ferreres.
A la vez, vaticina que para abril se estima un derrumbe más fuerte del nivel de actividad, teniendo en cuenta que en ese mes la cuarentena fue absoluta en los 30 días del mismo.
Por su parte, la consultora Castiglioni-Tiscornia anticipa que el derrumbe de la economía en el segundo trimestre del año será mucho más fuerte que en el período enero-marzo de 2020.
Paralelamente, el Indec difundirá también mañana la evolución de la canasta básica alimentaria y la canasta básica total de abril.
Tal como anticipan los consultores, en abril se va a observar un aumento fuerte en la canasta básica alimentaria, que es la que mide la línea de indigencia, teniendo en cuenta el incremento de los precios de los alimentos y bebidas, el cual en el mes pasado registraron un ajuste del 3,2 por ciento, a pesar de la cuarenta, lo que hizo que la inflación mensual se ubicara en el 1,5 por ciento.
En marzo, los alimentos habían mostrado también una importante suba, que se ubicó en el 2,7 por ciento.
Sin embargo, la canasta básica total, donde se incluye diversos gastos de los hogares y mide la línea de pobreza, se espera que muestre un incremento mucho más acotado, producto del congelamiento de las tarifas y precios regulados y de la abrupta caída del consumo por la cuarentena.